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Pov Sinb

El reloj del comedor comenzó a sonar por toda la sala. Lo observé, eran las cinco de la tarde, ya había perdido la esperanza de que ella llegará de repente.
    Me sentía un poco desanimada,me hubiera avisado, así por lo menos le guardaba un pedazo de pastel.

-¿Podemos hablar?- susurró Jessica. Le mostré una media sonrisa y asentí.

Cuando ambas nos levantamos del sofá para ir a mi cuarto. Una voz nos paró a ambas.

-¿A donde van?- preguntó de brazos cruzados mamá.

- Llevaré a la niña a dar una vuelta, ya volvemos. -  para cuando parpadee, me encontré aquí, ajustando mi cinturón de seguridad dentro del auto.

-¿A donde vamos?- pregunté después de salir de un trance.

- Por un momento iba a parar pero veo que por fin hablas. No lo sé, ¿A donde quieres ir?- contestó con su mirada en el volante.

- Vayamos a un café, quiero una malteada.- luego de eso nadie más habló.

La radio estaba apagada, decidí prenderla, así el ambiente no se tornaba incómodo y pesado.

- Deja esa canción.- la voz de  G- DRAGON resonaba en todo el auto.  No me aguanté y comencé a cantar. Al poco tiempo Jessica se me unió en el coro.

- Aquí tienen señoritas, una malteada y un café

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- Aquí tienen señoritas, una malteada y un café.- el mesero dejó los pedidos y se fue.

- Bueno ¿Cuando te le vas a declarar a Yuju?- soltó a lo que yo me atragante con el líquido.

La miré incrédula y Jessica rodó sus ojos.

- Eres muy obvia ¿Sabes?- no supe que  decir, sólo se que tiene razón, ella me gusta y mucho.

- ¿Cuando lo notaste?- pregunté más calmada.

- Recuerdo un día que fui a buscar unas cajas a casa para llevarlas a mi departamento. Cuando llegué, Yuju llegó al instante, la saludé mientras te escribía para que abrieras la puerta. Ella había cambiado su aspecto de siempre y cuando la viste te quedaste en shock.

- Había cortado su cabello hasta los hombros y teñido de rojo. Le quedó bien- dije

- Si, pero eso dices ahora, en ese momento cuando te hablaba apenas podías terminar una oración.

- Okey hermana ya te entendí. A decir verdad no sé que hacer.

- Sólo dile y sacate la duda aunque te diga un no. Además son amigas hace mucho, se supone que te va entender.

Lunes por la mañana

- Adiós hija- papá me gritó a lo lejos mientras se marchaba con el auto.

Miré el reloj de mi teléfono, casi son las 10 am, de seguro que todos deben estar en la clase de deporte. Caminé hacia la dirección, al llegar registré mi asistencia y justificación por llegar tarde.

Necesito comer algo

Dejé mi bolso en el salón y corrí hasta el gimnasio. Por lo general siempre teníamos deporte afuera en el campo pero gracias a la lluvia de ayer, el pasto no estaba en condiciones.

- Hola Hwang ¿Qué te pasó? - la profesora Lee Sunmi es una de mis maestros favoritos. Tenemos buena confianza

- Fui al doctor a sacarme sangre. Mi abuelo necesita transfusión y yo soy la única compatible.

- ¿Espéraste 15 minutos?¿Comiste algo?- asentí ante su preocupación.

- Si lo hice, me dieron comida, pero aún tengo hambre.- señale el ruido de mi panza.

- Necesito ir al baño y de paso, te traeré algo, sólo toma el silbato y controla que nadie haga revuelo en mi ausencia.- asentí

- ¿Qué hacen los de 5to año aquí?- dije con sorpresa. Hasta ese instante no sabía que estaban del otro lado jugando al voley solos.

- Faltó un profesor y no tenían supervisión, así que me los dieron a mi por un rato. - comentó a la vez que se alejaba.

Cuando la figura de Sunmi desapareció de la clase. Decidí arbitrar el pequeño partido de mis compañeros.

Que aburrido quisiera que Sunmi vuelva pronto. ¡La cartulina! Me la olvide. Bueno ojalá alguien me preste, tal vez le pregunte a...

- Sinb al fin llegás- volteé hacia al costado para ver como Euhna y Umji corrían a mi.

- Pues ya me vieron- dije entre medio de sus abrazos.

- Parece que lo gruñón se contagia - dijo Euhna después de zafarse.

- a quién le dices...

- No te enojes unnie, sólo que, hoy Yuju unnie tuvo un carácter de pocos amigos con ella. - sentenció Umji

- Es verdad, estaba conversando tranquilamente y de repente me gritó. -No se que mosca le picó. - agregó

- Que raro, ella prometió venir a casa el sábado y no apareció. Tampoco me envió un mensaje con alguna excusa. - dije de manera pensante

-¡¡¡¡YUNA!!!! ¡Esa era tu pelota estúpida!- esa frase me sacó de mis pensamientos.

Al oír eso, salí de mis pensamientos, las chicas ya se habían ido a ver que está pasando, pero yo tarde en reaccionar.

- Perdón Lina pero ¡¿NO TE PARECE QUE ES UN JUEGO Y NO UNA OLIMPIADA?!- le gritó Yuju a su compañera.

Cuando me acerqué adentro de toda la multitud que se había formado, pude ver sus ojos, sentía que las lágrimas podrían salir dentro de poco.

Tengo que ayudarla. La imbécil  no va a hacer llorar a mi Yuna.

- Callate puta exagerada- cuando Lina empujó a Yuju, decidí intervenir.

- Ustedes dos ¡Ya basta!- me puse en medio de ambas.

- Sinb déjame a mi- forcejeaba mi brazo pero no lo permitiría.

- Vamos Eunbi, estamos arreglando el problema- acotó Lina.

- Pues no parece- me estaba costando mantener mi postura.

- chicas esto es estúpido, queremos volver a jugar- unos compañeros  se aburrieron de la situación y comenzaron a irse a comenzar un nuevo partido.

- Yuju ya cal...- Yerin tomó la mano izquierda y Umji la derecha de la pelinegra pero está se zafó de sus débiles agarres.

- No se metan idiotas- esas palabras eran para las chicas y yo, pero no me importaba, no quería que Yuna hiciera una idiotez para ser castigada.

Al momento de notar las intenciones de mi amiga, corrí a cubrir a Lina por más de que no quisiera. Para cuando Yuju quiso parar su puño era tarde, mi remera empezó a teñirse de rojo.

-¡¡¡SINB!!!-

L-O-V-E (Sinju)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora