|𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚄𝚗𝚘 |

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──¡Melkor, pon la mesa! ──grito Varda desde desde la cocina.

Melkor levantó la cabeza por sobre el respaldo del sillón, observó la mesa y después se dejo caer otra vez en en sillón con los brazos detrás se la cabeza.

──¿Un "por favor" es mucho pedir? ── preguntó Melkor.

──¿Podría por favor ser tan amable de poner la mesa? ── preguntó Varda con los dientes apretados.

──Así esta mejor pero ¿Que quieres que le ponga si ya esta puesta? ── respondió después se levantó y se fue.

──¡Maldito flojo! ── le grito.

──No puedo creer que viva con este, si no fuera hermano de Manwë lo ahorcaría yo misma. ──

se dijo a si misma mientras picaba las zanahorias.

──Pues te estas tardando ── respondió Melkor asomándose por la ventana.

Antes de que en agua lo mojara Melkor corrió hasta llegar a la puerta.

──¡Melkor ganó otra vez! ──grito feliz.

──Melkor!!!!


❖❖❖❖❖❖❖❖❖❖❖❖

Mientras caminaba por las calle se encontró con Sauron.

──¿Que hay Melkor? ──preguntó el chico, tenía un cigarro en los dedos.

──Nada nuevo, ¿Y tú? ── preguntó quitándole el cigarro.

──¿A poco fumas? ──preguntó Sauron

──Pues al lugar que fueres hacéis lo que vieres

──respondió Melkor con tomó despreocupado.

──Pues si fumarás te darías cuenta que esta apagado ── dicho eso se hecho a reír.

Sauron sacó un encendedor de su chaqueta y encendió el cigarro, Melkor dio una gran inhalación atragantándose con el huno, los ojos le ardían. Mientras Melkor sufría con el humo, Sauron sacó un cigarro de la cajetilla, acto seguido lo encendió.

──Sueles fumar mucho ¿verdad? ── se burlo Sauron de su amigo sin dejar de sonreír. Melkor solo le lanzó una mirada asesina.

Los dos pasaron las horas platicando y fumando.

──¿Te estas divirtiendo? ── preguntó una voz familiar.

──Pues no me quejó ── respondió soltando en humo.

Al abrir los ojos el color abandonó su cara cuando vio de quien se trataba.

──Hola, Manwë ── saludo con la mano que sostenía el cigarro.

──¿Que estas haciendo?

──¿Yo? nada ── arrojó el cigarro.

──¿Estabas fumando?

──No.

──¿Entonces que huele?

──El horrible perfume que te compró la bruj... Varda.

Manwë tomo la oreja de su hermano y lo arrastró devuelta a casa mientras lo regañaba. Cuando llegaron un cuchillo se clavo en el suelo, impidiendo que ambos retrocedían un paso mas.

──¿Porque él cuchillo? ── preguntó Manwë al ver a su esposa.

──Lo lamento, no sabía que eras tu ── respondió, se agachó y quito el cuchillo.

──¿Que cenaremos? ──preguntó Manwë.

──Pues eso deberías preguntarle a tu hermano, el aborazado término con la comida del refrigerador y la alacena. ──respondió moviendo él cuchillo de un lado al otro.

──Deberías dejas ese cuchillo , querida ── se acercó y quito él cuchillo de las menos de Varda.

Varda se fue escaleras arriba después escucharon el portazo de la puerta, Melkor se acercó y sonrió a su hermano.

──¿No me vas a agradecer?── Preguntó Melkor.

──¿Agradecerte porque?

──Por librarte de esa bruja. Aceptalo ni tu la aguantas.


9: 40, pm.

──Varda... ¿Puedo pasar? ──preguntó.

──¡No!── respondió

──vete a dormir a la bañera.

──Varda... Por favor.

──¡Te dije que no!

──Te vez ridículo haciendo eso. ── respondió Melkor.

──Cierra el pico, Melkor. Todo esto es tu culpa. ──respondió mientras abría la puerta del baño.

 ──respondió mientras abría la puerta del baño

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𝚄𝚗 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘 𝙿𝚊𝚛𝚊 𝙼𝚎𝚕𝚔𝚘𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora