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Sentía que acababa de pasar su segundo departamental y ya tenía las evaluaciones del otro justo a la vuelta de la esquina, había materias en las que le iba súper bien, no era el mejor estudiante, bueno en realidad sí, a veces tenía problemas como en su primera evaluación de ciencias; perdió la parte de las conclusiones de su investigación pero no fue tan grave al final.

Sin embargo no por ser un buen estudiante era un genio y claro, como todo ser humano algo le era complicado.

Él solía ser muy bueno en la escuela, Soobin no tanto pero había algo en lo que destacaba y eso era claramente en Literatura, Soobin no necesitaba de mucho estudio para pasar la materia, hacía sus trabajos y con excelencia, en cambio Yeonjun no entendía por qué el maestro no le aprobaba, algo siempre estaba mal. "Su cabeza es un desorden y así no puede organizar sus ideas al escribir", eso fue lo que le dijo el profesor después de que su borrador sacara cuatro por quinta vez, ¿qué se supone que debía hacer?

Las ganas de correr hacia Soobin y decirle que le ayudara eran grandes. Resolvió que lo haría en cuanto lo viera, tal vez y hasta recuperaba cuando menos el privilegio de que le dirigiera la palabra.

Se movía entre el mar de estudiantes que aprovechaban ese tiempo para ir a comer, divisó a Kai y Beom siendo regañados por Taehyun, quería hablarles llevaba dos meses sin siquiera mirarles a los ojos cuando se los topaba, cuando iba solo; fingía ir muy metido en su celular y cuando iba con algún otro amigo...se ponía a realizar bromas y reír con ellos fingiendo no notar ni su presencia, ¿cómo les hablaría después de eso?

—Hola —su voz salió un poco menos fuerte de lo que quería.

—Hola hyung—Gyu fue el primero en responder, le dió una leve inclinación.

Kai solo lo miró y bajo la vista, estaba dolido. Taehyun fingió no verlo y prosiguió con su actividad.

—Ya les dije que no deben asustar a los pretendientes de Soobin hyung y por si fuera poco, verter mezcla para hotcakes en su mochila. Eso fue un desperdicio, ¿qué dirá Soobin cuando nos vea?

Beomgyu sonrió nervioso e incómodo, Kai seguía sin levantar la mirada.

—¿Han visto a Soobin? —Beomgyu iba a contestar pero Taehyun lo jaló dándole un abrazo.

—Hyung ¿ya te he dicho cuánto te quiero?

—Normalmente me dices cosas raras pero supongo que es tu forma de decirme que me quieres, ¿me sueltas? Esto se vuelve raro.

—Beom hyung, no seas así que me lástimas, ¿quieres algo? Te lo invito. Kai también puedes pedir.

Yeonjun se sentía bastante raro e incluso aseguraba que en otra circunstancia le daría risa pero en esos momentos no sabía que reacción tener, Kai no hablaba es más ni siquiera parecía respirar y cada vez su mirada estaba más clavada en el suelo, su gran estatura no era nada, se veía tan pequeño y no solo él estaba dolido, Taehyun y Beomgyu también sin embargo la naturaleza de este último le hacía ser más amable y reaccionar de mejor manera.

—¡Ya, ya, ya, quiero un pastel, quiero pastel, ya suéltame! ¡Suéltame o lameré tu mejilla hasta que sientas que está siendo carcomida debido a mi saliva! —automáticamente se separaron y Beom dirigió su mirada a Yeonjun—. No lo hemos visto, tal vez esté donde siempre.

—¿Dónde es?

—Con nosotros —Taehyun rodó los ojos y tomó a Beomgyu de la mano—. Vamos por tu pastel, ven Kai, puedes pedir lo que quieras.

Ambos chicos pasaron a lado de él, Beomgyu trato de sonreírle y Taehyun siguió ignorándolo, incluso le giró el rostro a Gyu añadiendo: "no sonrías a la nada podrían llevarte al psiquiatra". Yeonjun suspiró y fue ahí que notó a Kai quieto aún.

—¿Estas bien? Parece que hubieses visto a un fantasma —intentó bromear pero no dió resultado—, Hyuka.

—No he visto a mi hyung —su voz sonó débil y eso le hizo saber que estaba a punto de llorar, le tembló la voz y eso le recordó lo sensible que podía ser, podría incluso regalarle una sonrisa y tratar de responderle con compostura pero después de eso se largaría a llorar—. Permiso, tenga lindo día.

¿Había sonado formal?

—Perdón, lo siento.

—Debió de haber pensado en cómo nos sentiríamos si de pronto nos dejaba de hablar, nos evitaba, nos ignoraba y de pronto quiere que le hable como si sus acciones no nos hubiesen dolido, Taehyun no quiso comprar bebidas por que le recordaban a usted y Beomgyu hyung no quería tomar fotos por qué usted ya no estaba para felicitarle como solo usted sabe, Soobin hyung no quiso hacer sus tareas por qué nadie podía explicarle como usted y yo no quise cocinar con mamá por que usted no iba a elogiar mi comida, ¡además ya nadie quería comer! Fue muy cruel. ¿No se supone que éramos muy amigos? Los amigos no deberían lastimarse así.

—Lo lamento.

—Solo eso dirás, ¿para que quieres saber dónde está? ¿Le darás una explicación o por lo menos una disculpa que sea más de dos palabras? Si no es así entonces no deberías ir, primero piensa que harás, si te acercarás y luego te irás...es mejor que ya no seas amigo nuestro, no solo pienses en cómo te sientes, tú y Soobin son unos cobardes por que no hablan, ambos pueden hacerlo pero no lo hacen aún cuando ambos tienen cosas que aclarar. Está en la segunda mesa cerca de la puerta de la cafetería después va a donde es nuestra mesa o era nuestra mesa, ahora solo es un mueble más donde comemos.

No solo sonaba triste, estaba molesto también, dejó de hablarle formal y comenzó a ser más duro, tenía razón y quería dar una letanía como explicación pero no podía organizarse por donde comenzar, su cabeza era un caos. Eso era, el profesor sabía que Yeonjun tenía esos típicos problemas que tenían algunos jóvenes, que ridículo, él se juraba no pasar por eso, como odiaba a todos aquellos que pasaban una adolescencia menos dramática.

Hyuka suspiró frente a él y se fue en cuanto su celular sonó.

Ya no se miraron y justo sintió un toque en su hombro, era uno de sus compañeros de curso.

—¿Es tuyo? Creo que sí, lo has olvidado en el salón, es de Literatura.

Su trabajo, su horrendo y patético trabajo.

—Gracias.

—Disculpa pero no pude evitar no ver tu calificación, ¿quieres que te ayude? No soy el mejor pero me defiendo.

Yeonjun lo pensó un poco y con pocas ganas le contestó.

—Claro, me gustaría —le extendió la mano y le sonrió o eso intentó—. Yeonjun, soy Yeonjun.

—Lo se —dio una leve sonrisa—, yo soy Subin.

No estaba muy feliz, si hubiera tenido una buena disculpa para los chicos, si hubiera existido el valor de él solo buscar a Soobin, si hubiera sido más certero con sus sentimientos, si tan solo hubiera hecho las cosas diferente...probablemente estaría más feliz y conforme.

HubieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora