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Después de estar hablando con Soobin por días, finalmente había tenido el valor suficiente de citarlo, estaba dispuesto a pedirle perdón y salvar cuando menos su amistad, si bien las cosas no volverían a ser lo que eran, trabajaría para que la diferencia fuera mínima, además de que actualmente se encontraba motivado para continuar estudiando, Soobin le había motivado.

Habían acordado encontrase "casualmente" afuera del local de la familia de Soobin y después irían a cualquier lugar que quisiesen, Yeonjun había llegado puntual y cómo era de esperarse la tía del otro chico lo reconoció, invitándole a tomar un café y claro que no pudo negarse.

—¿Desde cuando conoces a mi sobrino?

—Desde hace más de un año.

—Entonces si son amigos, ¿verdad?

—Eso quiero creer.

—Eres muy guapo, ¿cuántos años tienes?

—Le llevó un año a Soobin.

—¡Wow! Entonces no eres muy mayor, incluso podrían estudiar la universidad sin llevarse mucha diferencia al acabarla.

Yeonjun no quiso comentar nada pero la mujer parecía estar dispuesta a indagar más sobre él. No planeaba negarle información.

—¿Tienes novia?

—No.

—Pero un corazón joven como el tuyo debe de tener a alguien, ¿o no?

Yeonjun quería decirle que no necesariamente pero tampoco estaba en posición de negar que de verdad su corazón latía por alguien.

—Bueno...sí.

—¿De verdad? ¿Es chica o chico? No te preocupes que todos aquí somos de mente abierta.

No le molestaba que hubiese gente de mente abierta, muchos aún no podían aceptar que podías amar a quien quisieras pero esa situación en realidad le hacía sentir incómodo sobre todo los inoportunos comentarios de la mujer.

—En realidad es...

—¿Por qué estás aquí? Te dije que esperaras afuera —Soobin venía muy bien abrigado y a Yeonjun le parecía demasiado tierno—, ¿te hizo preguntas raras?

—¡Es una ofensa que mi sobrino piense eso de mi!

—Te conozco.

—Soobin no olvides regresar antes de las siete.

La mamá de Soobin ingresaba al local, acercándose a ellos.

—Sí mamá.

—Yeonjun, cuida de mi hijo, no hace falta que haga más adevertencias, ¿verdad?

Eso puso más incómodo y nervioso a Yeonjun.

—¿No se llamaba Yeonbin?

—No, mi nombre es Yeonjun, Choi Yeonjun y cuidare de Soobin.

—¿Eres quién hizo llorar a Soobin dos noches seguidas y tener un mal humor por más de tres meses?

¿Alguien podía callar a la impertinente señora?

—Yo de verdad siento eso, esta vez Soobin regresará bien a casa.

—¡Dejen de avergonzarme! Vamos hyung —Soobin lo tomó del brazo y él rápidamente se acabó el café.

—¡Con cuidado! —un joven que salió de la cocina y los alcanzó a ver salir les habló con una sonrisa.

Bueno por lo menos su rato en la cafetería ya había terminado.

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