capitulo III

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El calor es insoportable, tanto que abro los ojos con dificultad, llamas de fuego por todas partes mis pies arden aunque llevo zapatos, se que estoy soñando otra vez lo se!.

-¿que te parece esta vez?- pregunta ella, sentada en medio del fuego, jugando con una llama en sus manos

-arde aquí, me haces daño- digo ya sin soportar el dolor en mis pies

-lo imaginaba, eres tan predecible-

-por favor basta, me estas quemando-

-aprende a ser fuerte Mario- dice lanzándome la llama de fuego que jugaba en sus manos, yo por pura ayuda de Dios logro esquivarla

-¿que es lo que quieres?-

-ya eso te lo dije, no me gusta repetir- dice mirándome fijamente, mientras intento escapar de las llamas, a unos metros de distancia veo una puerta me apresuro a ella con los pies ya dormidos por el dolor, la atravieso y lo que veo me deja sin aliento.

-shh!, calla- me dice ella que no se como pero ahora se encuentra dentro de la habitación sentada sobre una mesa, dibujando en una libreta, tiene un traje negro que parece muy antiguo

-¿que es este lugar?- pregunto

-es mi habitación, y has entrado sin mi permiso-

-querías matarme, ¿que esperabas?-

-¿matarte?, no seas patético!- dice en medio de una carcajada

-dijiste que quieres mi vida-

-y eso quiero-

-entonces debes matarme-

-no, si te mato, ¿como la tomare?-

-esto es absurdo, es solo un sueño y tu no eres mas que una ilusión- su mirada oscura penetra la mía por unos segundos, que para mi parecen una eternidad, o tal vez lo fue, en los sueños el tiempo no es como en la realidad.

-soy tu realidad- dice en un tono serio y frio

-claro, por eso solo apareces en mis sueños- digo irónicamente

Levanta la mirada hacia mi y se acerca con pasos lentos, mi corazón se acelera esta tan cerca que puedo sentir su respiración en mi rostro, es fría y fuerte..

-pronto no despertaras nunca mas- dice haciendo énfasis en cada palabra, mi respiración se detiene y justo cuando estoy apunto de ahogarme, despierto.

La tos es mas intensa que la primera vez, mis padres entran deprisa a la habitación..

-¿hijo estas bien?- pregunta mi madre con gran preocupación en el rostro, la tos me impide hablar

-debemos llevarlo al hospital- dice papa

-no, ¡no!, digo con dificultad, estoy bien-

-no lo estas hijo-

-es solo tos papa- digo levantándome de la cama, mis pies tocan el piso y un intenso dolor me hace caer

-hijo.. por dios.. tienes quemaduras- dice mama con lagrimas en los ojos.

Han pasado casi dos horas desde que me trajeron al hospital, me han curado las quemaduras y ahora mis pies están vendados, perfecto! Sera casi otro mes sin ir al instituto, no entiendo nada ¿porque las quemaduras se hicieron reales?, como el golpe en la frente, esto va de mal en peor, definitivamente mi vida no es normal, no soy como los demás chicos, todos ellos pensando en el ultimo vídeo juego y yo aquí pensando en ella, en alguien que no es real pero que me hace daño debo encontrar la manera de detener esto. Recuerdo poco del ultimo sueño y eso es extraño siempre suelo recordarlo todo, pero no logro recordar nada sobre aquella habitación.

-te colocare un sedante- dice una enfermera con una sonrisa

-no!, no señorita por favor, no quiero dormir-

-cálmate chico, es por tu bien-

-no, le digo que no lo haga!-

-tienes dieciséis, compórtate!- dice metiendo la inyección en el liquido que tengo conectado a las venas

-así es, buen chico- dice cuando he resuelto no decir nada mas.

 * hola!.. si estas leyendo mi historia deja tus comentarios, me gustaria saber que piensas.. saludos!

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora