~Dentro tendrás toda la información~
Nunca sabes qué es lo correcto y qué es lo malo, nunca sabes que hace una persona cuando no está y tampoco sabes de qué son capaces. ¿Segura que conoces a los que te rodean?
La venganza comenzó todo y la venganza...
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—¡Mostrad la cara, hijos de puta!— gritas bajo la bolsa de papel y te mueves bruscamente en la silla, haciéndote daño con las cuerdas.
—Calma joder— te responde una voz femenina.
—Úrsula, quítale la bolsa.
—"¿Úrsula?"
Cuando te quitan la bolsa tu cuerpo te obliga a parpadear por un foco encima de tu cabeza, luego reconoces a Paola enfrente de tí.
—No me jodas Paola, ¿Esto es por lo de Twitter?
—¡Silencio!— Xeon aparta a la mujer para verte la cara—, ¿Cómo has estado?
—Bueno, es halagador que ustedes me hayan pagado la fianza.
—Un derroche de dinero en mi opinión.
—La verdad es que sí, dime, ¿Cómo anda Naruto?
—No va a poder estar presente pero...
Xeon se aparta y ves como el tal Roberto enciende una cámara de vídeo frente a tí.
—Lo verá todo en un hermoso vídeo— termina este.
—Puto voyeur— gruñes—, ¿Le da vergüenza hacerse la paja frente a mí?
—¿Por qué no cierras la boca?— te ordena Úrsula.
—Calla coño, son conversaciones de enemigos de confianza—le dices burlona mirándola de arriba a abajo—, ¿Qué haces tú por aquí? ¿Y esas muñequeras? ¿Jugaremos al basket? Soy más de fútbol pero bueno.
Xeon te da un puñetazo mandándote a callar.
—Bien, empezaremos la diversión hasta que Naruto pueda venir y terminar el mismo el trabajo. De mientras vamos a disfrutar.
—Bien, dejadla en ropa interior— ordena Roberto.
—¿Es necesario? Es que hace fresco.
—El frío es lo último que te va a importar— Úrsula se acerca con una navaja y desgarra tus prendas hasta quitartelas junto a tus cosas.
—Bien, ¿Por dónde podemos comenzar?— Roberto extendió una tela con muchos artilugios, desde tenedores hasta una pequeña sierra.
—Vayamos poco a poco— Xeon agarra un tenedor y te lo clava en el muslo derecho.
Gritas entre dolor y pánico, con cada movimiento qué hacías el tenedor se movía desgarrando aún más tu piel. Roberto ríe.
—¡Fabuloso! ¡Espera que saco la cámara!
El hombre agarró una cámara del suelo y se acercó para fotografiarte la herida y tu rostro.
—¡Sí que eras perfecta!
—Vamos Úrsula— alienta Xeon a la mujer.
Esta agarra un palo del suelo con fuerza, la miras con neutralidad mordiendo tu lengua.
