~Dentro tendrás toda la información~
Nunca sabes qué es lo correcto y qué es lo malo, nunca sabes que hace una persona cuando no está y tampoco sabes de qué son capaces. ¿Segura que conoces a los que te rodean?
La venganza comenzó todo y la venganza...
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Ajustas el chaleco antibalas y luego el cuello de la camisetas blanca mientras Armando te habla.
—Como ya no vas a poder trabajar en el taller te encargarás de ayudar en los tratos.
—Eso quiere decir que me mandarás a uno, ¿Llevo razón?— él sonríe.
—Correcto, simplemente quiero que preguntes sobre la meta y quiénes la llevan, tal vez intenta conseguir algún número. Chino te llevará en el helicóptero.
—¿Y si no consigo nada?
—No te preocupes por eso, tú trata de sacar lo más mínimo. Todo vale.
—Entiendo.
Te despides del hombre con un movimiento de cabeza y sales de la mansión para buscar a Xiaomi.
—Ya ela hola.
—¿Celoso?— preguntas burlona.
—Pala nada, sé que soy ma' sexy que Almando— responde señalándose a sí mismo.
Sueltas una pequeña risa montándote en el helicóptero, él te sigue empezando a pilotar hasta la zona de quedada.
—Cuida'o— te aferras a tu asiento cuando Xiaomi zarandea un poco el helicóptero.
—Yo contlolo, muje'— consigue aterrizarlo—, ¿Ve'?
—Siento que voy a vomitar.
—Exagela— refunfuña.
Bajais del helicóptero para ver a tres hombres armados.
—Ya era hora— reclama uno.
—Tuvi'mo' unos ploblemillas.
Viste como dos de ellos se empezaban a burlar en lo bajo por el acento de tu amigo.
—¿Os hace gracia su acento?— llamas su atención haciendo que paren—. A vuestras madres les pone mucho, es oírlo hablar y las bragas salen volando.
—¿Qué mierda dijiste?— uno de ellos te encara.
—Señores, tengamos la fiesta en paz— pide tranquilamente el sujeto restante—, ¿Para qué nos contactaron?
—Ustede' complan meta, ¿Cielto?
—La revendemos.
—¿De quién?
—No podemos decir el nombre.
—Pon una cantidad— ofreces.
—Ay que linda— te mira con ironía—, nosotros no rompemos tratos.
—¿No nos pueden dar aunque sea un contacto de un contacto?— insistes con algo de rabia.
