MELISA:
La alarma retumbaba, debía apagarla pero tenía pereza de hacerlo.
—¡Apaga esa mierda!—Grito Alex. Abrí mis ojos y intente palmear la mesa, una tercera mano se interpuso y lo apago. Giré mi cuerpo y mire a Alex. Tenía la mandíbula apretada.
—Estoy intentando dormir y tu maldita alarma no me deja.—La rompió en el suelo.
—¡Oye quien rayos te crees tu!—
—¡Soy el mayor y me respetarás!—
—Me vale un cárajo que lo seas, no eres quien para entrar en mi habitación y destrozar mis cosas.—Me levanté de la cama y coloque mi maleta y guarde mis cosas. Esto lo estaba aguantando por mi padre pero ya no mas, amo a Alex pero ya su maltrato hacia mi duele y siento que ya no lo puedo soportar.
—Esta lloviendo afuera.—Hablo. Meti mis cosas y choque su hombro y abrí la puerta. Baje las escaleras y descolgue mi abrigo del perchero.
—No te puedes ir mejor calmate y sientate que prepare el desayuno.—Lo ignore y abrí la puerta el dia estaba gris y el viento muy fuerte mi cabello castaño voló fuera de mi rostro senti un temblor, y todo el frío. Avance igual aunque mojara mi ropa y zapatos hacia el auto. Ignore a Alex. Vi un auto estacionar al lado del mío de el bajo mi padre, junto a su esposa Juanna Brown la madre de Alex.
Mi padre corrió a mi encuentro ofreciéndome un paraguas.
—¡Que haces con este tiempo aca afuera cariño!—Grito por la lluvia mientras su rostro estaba mojado y parpadeaba.
—¡Estamos por ir al supermercado, Richard!—Grito Alex. Mire a mi padre el cual sonrió.
—Esta bien pero no tarden mucho.—Dijo mientras me daba un beso en la frente y se marchaba de la mano con Juanna. Rodeo los ojos meti mi maleta mojada al baúl trasero y abrí la puerta del auto luego de cerrar el paraguas y ponerlo en los acientos de atrás.
La ventanilla estaba repleta por la lluvia pero distingui la sonrisa de burla de Alex.
Rodeó por segunda vez y le quitó el seguro para que entré al auto. Sacude su pelo y me mira.
—Que me vez, arranca.—Apreto el volante y arranco con velocidad el solo ríe.
Llegamos al supermercado, bajamos al mismo tiempo, abro el paraguas y ingresó luego de cerrarlo. Tanteo mis bolsillos y suspiro al saber que mi billetera estaba.
—Oye, recuerda que no vienés sola.—Toma mi brazo mientras caminamos hacia las góndolas.
Voy metiendo en el carrito, paquetes de fideos, arroz, polenta, alverjas y demás. Alex se encarga de llevar la leche cereal queso, tomate y café, yerba y salchichas todo mezclado lose.
Luego de llenar los carritos miro distraída hacia un paquete de galletas con chips muerdo mis labios y tomo 4 paquetes además estában en oferta y siempre las aprovecho. Voy leyendo el contenido y los ingredientes. Sentí un ruido del cual provenía de un choque. Mire al chico de pelo rubio, ojos color chocolate y una sonrisa tan linda, de piel pálida.
—Oh, disculpa bonita.—Dijo avergonzado. Le sonrei.
—Tu disculpa... fue mi culpa.—
—También la mía...—Dijo mientras pasaba por mi lado.
—Adios...—Dijo mientras giñeaba su ojo.
—Adio..s...—Dije mientras lo vi desaparecer por el pasillo. Reí por lo estúpida que me habré visto. Y camine esta vez prestando mas atención.
—¿Quien era ese Melisa?—Dijo Alex, a mi lado,salte en mi lugar.
—Debo ir por mas cosas.—Dije mientras ignoraba lo que habia dicho. Apresure mis pasos y sentí el jalón en mi brazo.
—Te pregunte quien rayos era ese tipo.—
—No te interesa.—Me solté de su agarré.
—Vi que dejo algo en tu bolsillo dejamé ver.—
—No me toques, y dejamé ya.—Le pedí.
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Eres mi destino.
Teen FictionMelisa Baker, enamorada de su hermanastro. Alex Brown, enamorado también de ella. Pero el problema es que ellos no pueden estar juntos, porque la madre de Alex no la quiere en la vida de su hijo.