2. G

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Fue un día como cualquier otro.

Te vi sentada frente al jardín.

Mirabas el firmamento.

Un atardecer tan bello como tú.

Me dijiste que me sentara a tu lado.

Te abracé, protegiéndote como siempre lo he hecho.

Entrelazaste nuestros dedos, aquellos que tenían dos anillos a juego.

"¿Recuerdas qué día es hoy, mi sol?", me preguntaste.

"Claro que lo sé. No podría olvidarlo jamás."

"Nunca lo hagas. Nunca me olvides."

"Olvidarte sería como olvidar veinte años de mi vida, mi reina."

"Entonces, dame unos girasoles."

"Los tendrás hoy, como cada año."


[...]


Efectivamente, los tuviste ese día.

Ese día que fui a verte, como cada año, desde hace veinte años.

Que te arrebataron de mi lado.

Sin piedad alguna, y frente a mis ojos.


[...]


Cada tres de marzo, lloro tu recuerdo.

Cada tres de marzo, recuerdo tu último suspiro.

Tu último abrazo.

Tu última foto.

Tu último beso...

Antes de que tus ojos se volvieran grises.

Antes de que se les fuera esa chispa de vida y amor.

Antes de que me dijeras que sí querías pasar el resto de tu vida conmigo.


[...]


A veces te sueño.

Mirando por la ventana.

Con tu anillo color rubí en el anular.

Mientras yo te admiro desde la cama.

Luego de una noche de amor.

Aún te extraño, mi reina.

Por favor, solo nunca te vayas de mi ser.

«Zonas de Rojo, Gris y Negro»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora