Starlight

Khun Agüero Agnis

Capítulo 12: Khun Agüero Agnis (Don't let go)

[...]

«I'ma run to the top and no one's stopping me

'Cause I don't give a woah

Never let you go, never let you go

I won't give it up until I see the light, I go»

TOP versión en inglés de Stray kids.

(...)

Él realmente no ha cambiando.

Su plan fue perfecto y a pesar de ello, el fracaso es innegable.

“¿No quieres proteger esos ojos que desconocen la desconfianza?”

Khun no tenía escrúpulos en engañar, manipular y usar cuánta artimaña fuese necesaria. Probablemente mentirle a Bam esa tarde cuando todavía su cabeza estaba envuelta en vendajes fue demasiado sencillo.

Seguramente Bam supo que mentía, pero continuó viendo a Khun con esos ojos sin cuestionarle nada más.

(Agüero guarda esos momentos en su pecho como el cofre del tesoro enterrado en alguna isla cuyo mapa solo él conoce.)

Es totalmente fuera de su carácter y Khun no encuentra nada dentro de él para detenerse, muy por el contrario, las palabras de Hansung Yu hacen eco y piensa que no debe permitir que Bam se acerque a Rachel.

El mal presentimiento se ha mantenido con él desde esa conversación con ella mientras Bam continuaba inconsciente. El déjà vu le genera un nudo en el estómago, es todo Maria y Agüero una vez más y Khun no desea eso para el niño que cree en las estrellas en el cielo.

Y por eso planea.

Estrategias, respaldos y contramedidas. Posibilidades y circunstancias. Siempre ha sido bueno en estas cosas, fue criado para ello y la posición de portador de luz le cae como anillo al dedo.

Sus planes son perfectos y Bam está muerto.

Luego de Maria, Khun está seguro que congeló la sangre en su corazón para entumecer cualquier resquicio de sentimientos que amenazara la lógica de sus decisiones.

Los más exagerados, escritores de drama y demás lo llamarían estar muerto en vida; Khun jamás habría estado en mayor desacuerdo que en ese instante. Durante esos años posteriores, con cada paso, cada palabra, cada persona que se cruzaba en su camino le recordaba que estaba vivo. La razón por la que seguía vivo.

Todos entran en la torre por un deseo y los muertos tienen remordimientos, no deseos.

Bam, con sus ojos color sol, Khun puede apostar que no tiene remordimientos.

Agüero tampoco; pero tiene algo similar. Le deja un sabor amargo y ácido en el paladar y quema sus entrañas.

Es Rachel quién regresa respirando y Khun decide mandar todo al diablo. Cambiaría las reglas de ese maldito lugar, el lugar que no tenía derecho a arrebatarle las cosas preciadas para ellos.

Lo dice con verdadero coraje en su voz, Anaak y Shibisu están llorando pero asienten. Hatsu aprieta sus manos alrededor de sus espadas, Khun espera que el grito de Rak llegue hasta dónde esté el mismísimo Headon y Endorsi y Lauroe dicen todo con su silencio.

Rachel se desmaya y Agüero fantasea muchas cosas en vano. Pero su lengua siempre ha sido suelta con veneno goteando de su voz.

“Ojalá lo hubiera conocido antes que tú.”

Las personas escalan la torre para cumplir sus deseos. No se tratan de sueños, uno siempre se terminan despertando de ellos a diferencia de las pesadillas.

Tiene lógica, subir la torre puede compararse a una en ocasiones.

“Veo que de verdad querías a Bam.”

O al menos así se sentía Khun ahora.