Mentiras

Capítulo 1

Bruce suspiró irritado, sus codos en la mesa, su frente en sus manos. Esta situación era un desastre, nunca hubiera creído que su familia sería así de ciega ante algo que pasaba justo debajo de sus narices. Ahora, el tenía que resolverlo, después de tantos meses de preparación, al fin, estaba listo. El billonario vestido de Batman volteó hacia Alfred inseguro si debería proceder con su plan. El hombre mayor, quien consideraba un padre, asintió de forma forma solemne.

—¿Si no lo haces tu, quién más lo haría amo Bruce?

Y así, el caballero de la noche, obtuvo el coraje para ejecutar su plan complejo para desenredar las mentiras al iniciar la llamada.

—¿Hola?— los cuatro batboys abrieron sus monitores, su padre estaba sentado en la baticueva sin su máscara. Sus labios estaban ocultos por sus manos entrelazadas, y su seño estaba fruncido confundiendo a los chicos. ¿Por qué los había llamado? Bruce sabía que eso se estaban preguntando, sin embargo no iba a dar muchos detalles que podrían arruinar su plan y la verdad nunca saldría a la luz.

—Necesitan venir a la baticueva— ordenó a sus hijos. —Ahora

—¿Cómo por qué?— preguntó Jason irritado. Obviamente el preguntaría eso, después de todo, el era el único que desconfiaba del caballero de la noche desde su muerte.

—Barbara Gordon está muerta— Fue directo y sabía que funcionaría.

—¿¡QUÉ?!— Starfire apareció en la pantalla de Dick luciendo preocupada. La cara de Damien estaba llena de un deseo asesino, y la de Tim estaba cubierta por sus manos. Bruce no podía evitar sentirse algo culpable por esto, pero prosiguió.

—¿Qué carajos pasó?— preguntó Jason seriamente sin haber reaccionado como sus hermanos, pero Roy le dio un cigarro para que se relajara. Bruce y Roy sabían que estaba estresado, Jason era bueno improvisando, pero la muerte de alguien que conocía no era algo que pudiera manejar de la misma forma que el de un extraño.

—Por eso los necesito a todos aquí— Bruce no iba a aceptar más preguntas.

Los cuatro chicos asintieron, cada uno colgando la llamada, todos  e distintos estados de shock. Roy miró preocupado a Jason sentándose a su lado y dándole unas palmadas en la espalda.

—¿Tas bien?

—Estaré bien, creo, solo debo ver si el reemplazo también lo está...— Roy asintió, sabía que Tim era muy importante para Jason. Fue bastante inesperado cuando se dio cuenta, sin embargo el pelirrojo lo aceptó.

—¿Lo vas a llevar?— preguntó Roy mirando a su amigo, Jason suspiró y sacudió la cabeza.

—Nel, Rem lo hará— agarró sus llaves y Roy tomó las suyas. No iba a preguntar, Jason sabía que el pelirrojo vendría con el.

Mientras tanto el cielo se estaba nublando, una tormenta iba a llegar pronto y Dick lo sabía. Las nubes eran negras, perfectas para la situación. Ella estaba muerta, ¿Qué más podía hacer? Su amor de la infancia estaba muerta. Dick podía sentir lagrimas formarse en sus ojos, pero como la lluvia, no caían. Sentía un nudo en su garganta mientras miraba su llavero morado del símbolo del murciélago.  Barbara se lo había regalado hacía un mes ¿Cómo pudo ocurrir esto?

—Dick— la voz de Kori, Starfire, interrumpió sus deprimentes pensamientos mirando al chico con sus grandes ojos verdes llenos de preocupación.

—Es solo que...—¿Cómo podía explicarlo? Podía sentir sus mejillas comenzar a mojarse.

—Se que necesitas ir— dijo ella con un leve sonrisa sin mover su mano del hombro de Dick, él siempre se sentía mejor cuando ella hacía eso. —Pero iré contigo