ShinKami- One - Shots

Simple

Mi novio es una persona increíblemente dinámica, divertida, alegre y temeraria, pero de vez en cuando disfruta de cosas simples y sencillas; salir a caminar, comer un helado en el parque o quedarse en casa para una noche de películas, claro, mientras estamos acurrucados.

Muchas veces creían que eran obra mía todas esas ultimas ideas, que quizá yo forzaba a Denki a no salir, o que era muy tacaño para poder llevarlo a otros lugares y pagar si quiera un poco, yo, aunque no debo de darle explicaciones a nadie por como estoy con mi novio y sé cómo funciona nuestra relación, siempre me disponía a refutar todas sus especulaciones, pero mi lindo rubio ángel con su excéntrica personalidad, siempre saltaba a defenderme, callando a los demás con sus falsas acusaciones hacia mi persona.  

Siempre terminando con frases como: Las cosas más bellas a veces pueden ser tan simples. Como el día de hoy.

—  Den, no creo que quieras hacer eso.

— ¿Por qué no? ¡Será divertido, To-To!

— Aunque uses ese apodo, me niego.

— Pero, pero, ya compré todo.

Como podrán imaginar, me estaba tratando de convencer con un lindo puchero en sus labios, a la par hacía sus preciosos ojos color ámbar cristalinos sin necesidad de llorar. Yo, firme ante mi respuesta entrecerré mis ojos y crucé mis brazos.

— No es no.

—Pero... — Miró distintos productos colocados (al parecer) previamente en la barra de la cocina para luego volver a mirarme. — Toshi~

Estaba a punto de jugar sucio, lo veía en su mirada y en su forma tan dulce de decirme por apodos; me rodeó en un abrazo, colocó su rostro en mi pecho y comenzó a frotarse en mí como un pequeño gatito. ¡Tramposo! Gritaba mi mente, ¡Es todo un ángel! Respondía mi corazón.

— Toshi, — canturreó— ya compré todo para hacer el pastel. — Volvió a mirarme. — Por favor.

Era un extorsionador muy lindo, pero debo ser firme o esta cocina podría explotar.

— Te juro que ya están todas las instrucciones listas y elaboradas para seguir al pie de la letra; te prometo no haremos volar la cocina.

Otra vez estaba ahí esa carita caprichosa y hermosa de todo el mundo. ¡Maldición! ¡Shinsou Hitoshi, debes de ser fuerte! Me regañaba mi mente.

— B-bien. — Adiós firmeza, se quejaba mi orgullo.

— ¡Excelente! — Me dio un pico rápido. — Voy arreglar las cosas, es mejor que te cambies por algo que no te arrepientas ensuciar.

La fuerza siempre está conmigo, pero si mi sol está de frente con esos preciosos ojos y lindas manías, creo que no voy a poder negarle nada, además, ¿qué tan complicado sería hacer un pastel? Aunque ... eso último que dijo... No me está convenciendo en su totalidad.

🎂--~~--🎂--~~--🎂