Escritos de amor

565 53 25
                                    


📜 ~ -*- ~   💌  ~ -*- ~ 📜
















En medio del parque, en aquellas bancas de alrededor un rubio se encogía por el frío que emanaba ese atardecer.

Amaba la época del año, pero para alguien que temblaba con apenas una reducción mínima en la temperatura, no era muy favorable cuando decía que prefería el invierno al verano.

Cesó del intento por mantenerse caliente entre su abrigo y bufanda cuando un par de brazos rodearon sus hombros y posteriormente una bien conocida calidez se colocó suavemente en su espalda.

—Reconozco que una de las ventajas de la época, es que al dar abrazos siempre es una buena excusa— dijo quien se encontraba detrás al rubio.

—A mí me gusta que me abraces todos los días del año —respondió mientras tomaba con cierta fuerza las manos que tenía encima.

Sí, era para poder acercarse más.

Inmersos en su propia burbuja de sentimientos y regocijante armonía, permanecieron así durante unos minutos hasta que una ligera ventisca les hizo tomar una posición más cómoda. El peli-violeta quien se encontraba detrás de la banca, dio paso apresurado para poder sentarse junto con su novio.

Rodeó con la mano derecha la cintura del contrario y lo acercó hasta contemplar de cerca esos ojos color ámbar; brillosos y llenos de alegría como siempre. Le sonrió como pocas veces lo hacía frente al resto del mundo y luego le dio un suave beso en la frente, transmitiéndole la mayor ternura posible.

Por su parte, con los ojos abiertos completamente por la sorpresa y emoción de haber recibido tan dulce gesto, le hizo sonrojarse. A su vez sentía como su corazón se aceleraba, dejándole tembloroso para apenas poder esbozar una sonrisa.

—¿Por qué de repente esa sonríes? —preguntó con una sonrisa en el rostro.

—Porque... aunque siempre eres lindo conmigo, yo sé que hacerlo de forma esporádica frente a la gente no es algo que hagas seguido... pero realmente lo aprecio, como todo de ti.

El mencionado sonrió de lado y colocó suavemente sus manos en las mejillas sonrojadas del rubio, acariciando lentamente la zona sin dejar de contemplarse en sus miradas.

—A veces no entiendo como los ángeles te dejaron llegar a la tierra para un simple mortal como yo.

—No digas esas cosas, porque claramente si hablamos de fortunas, yo soy quien se lleva el premio mayor.

Me encantas de maneras que no tienes idea —pauso por algunos segundos y miró el reloj en su mano izquierda— pero me encantarías más si vamos a una cafetería, porque me estoy congelando aquí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 18, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ShinKami- One - ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora