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Apenas fue un pequeño beso, ella alejó su rostro un poco, dejando una diminuta distancia entre ambos.

—Así que...

—Me gustas, traté de decírtelo en el auto, pero te fuiste así que no tuve más oportunidad. O si, en la puerta, pero Rory interrumpió.

—Ya sabes cómo es Rory, le gusta interrumpir momentos felices —Reímos.

—¿Por qué no lo dijiste antes? —Le pregunté, dudoso de su respuesta.

—Tenía miedo. —se sentó sobre su cama, cruzando sus piernas.

—¿Miedo de qué?

—A que me rechazaras. Casi siempre sucede que cuando le dices a alguien tus sentimientos te rechaza.

—¿Por qué lo creíste?

—No lo sé. Siempre evadías esos temas, así que preferí dejarlos aún lado.

—Los evadía por una sencilla razón. Me incómoda hablar sobre eso, además, en ese momento recién había terminado con mi novia.

—Tienes razón, ¿Y ahora?

Arrugué mis cejas.

—Pues...

—Quieres salir, ¿No es así? —Ella asintió —. Bien, no hay ningún problema.

Ella me dio una pequeña sonrisa.

Al menos no estaba cometiendo el mismo error que papá.

Aquél Mensaje ✔️ [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora