No puede ser.

357 67 6
                                    

Narra Andrew.

Iba caminando hacia detención, no puedo creer que se hayan involucrado en una pelea.

Cuando llegue me asome por la ventana, descanse un poco al ver que ni Ricardo ni Luca tenían un solo rasguño.

—¿Si son ellos? —me preguntó Adria asustándome por detrás.

—Si, son esos dos— los señalé.

— Ya los había visto, pero nunca les tome atención. Pasa— me invitó a entrar al salón, le hice caso y me acerqué a mis amigos.

—¿qué hacen aquí?

—Estamos castigados ¿o acaso no sabes para que es este salón? —dijo Ricardo de forma irónica.

—Si imbécil, me refiero a por qué están aquí— rodé los ojos.

—Iban a golpearlo— Luca habló y señaló a Ricardo.

—¿Ahora por qué? —Ricardo se metía en peleas demasiado seguido.

—Bese a una chica con novio, nada muy especial— dijo Ricardo de la forma más natural del mundo.

—¿Ella quién es? —Luca levantó la mirada.

—Se llama Adria— dije y ella levantó la mano en forma de saludo.

—Hola, si necesitan algo, yo se los consigo— saludó de forma amigable y luego se alejó para saludar a sus amigos.

—Hola— contestaron Ricardo y Luca al mismo tiempo.

—sácanos de aquí— me dijo Ricardo.

—No puedo hacer eso— levanto los hombros. Ricardo se paró de su asiento y se acercó a mi oreja y susurró

—Ya van tres tipos que nos dan zapes cada que pasan por nuestro lado, está el maestro ahí y la verdad tengo miedo de que nos golpeen de verdad cuando ya no esté aquel profesor— la verdad me dio risa que él tuviera miedo. Regresó a su asiento.

—De verdad que no puedo hacer nada— le dije e hizo cara de fastidio.

—¿Qué pasó? — me preguntó Adria acercándose a mí.

—Los están molestando y quieren que los saque de aquí— ella dirigió su mirada hacia ellos.

—¿Los molestan?

—Solo aquí, no encajamos mucho aquí— contestó Luca.

—¿Quién de los dos está asustado? — Adria señaló a ambos.

—Nadie está asustado— dijo Ricardo y rodo los ojos.

—Si claro, tu estas aterrado—dijo Luca.

—¿Son muy amigos tuyos? —Adria me preguntó y yo asentí con la cabeza, ellos eran como mis hermanos.

Y sin esperarlo Adria se subió a una silla y grito:

—¡Si alguno de ustedes se atreve a ponerle una mano encima a aquellos dos seres humanos, se las verán conmigo! — La atención de todos era para ella—¿Escucharon? —todos dijeron un "Si" al mismo tiempo y ella se bajó de la silla.

—¿Qué fue eso? — le pregunté y una risa se escapó de mi boca.

—Estarán bien, no los molestaran—volteo a ver a mis amigos— Pueden estar tranquilos.

—¿Crees que con eso ya no nos van a molestar? —Ricardo hablo con sarcasmo.

—No lo creo, lo sé— Adria le sonrió.

La vida no es una tonta novela de Wattpad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora