─ CAPÍTULO 1 ─

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|Nacimiento|

  Des... ¿Qué?

Despierta.

  Mis ojos se abrieron de golpe. Oscuridad es todo lo que veía.

¿Qué esto?¿Dónde estoy?.

  Esas y más preguntas comenzaron a surgir. Por más que mirara, solo oscuridad encontraba. Mire mis ¿Manos?, No.

¿Qué rayos es esto?.

  Lo que creía que eran mis extremidades, solo eran una extraña forma de luz, ni siquiera podía ver la forma de mis dedos. Seguí viendo mi cuerpo, pero este estaba de igual manera que mis manos.

  Mis sentidos volvieron de repente.

  Murmullos era lo único que podía percibir, no tenía ni idea de lo que escuchaba, solo sonaban como voces amortiguadas.

  Un repentino pitido me aturdió, lleve mis manos a dónde se suponían que eran mis oídos. No funcionó, el horrible sonido se hacía más fuerte.

  Después de lo que me parecieron minutos, el sonido cesó.

  Una extraña pero agradable calidez, rodeó mi cuerpo. Ya no sentía miedo.

  Ahora todo aquel temor, era reemplazado por un calor reconfortante. Lo que creí que eran mis ojos, se fueron cerrando poco a poco.

  Unas inmensas ganas de llorar me atacaron de repente, era como si ya no pudiera soportarlo.

  No sabía que estaba pasando.

  Llore, primero en silencio y después, un agudo sollozo salió de mi. Está vez pude oírme a mi misma llorar.

  Omedetō, soreha on'nanokoda¹.

¿Qué?

  Trate de hablar pero algo me lo impedía, me costaba controlar los movimientos de mi cuerpo, era como si no tuviera control sobre él.

  No sabía que estaba pasando, podía escuchar muchas voces pero no entendía nada de lo que decían.

  Mis párpados no respondían a mis órdenes, comencé a asustarme y el llanto volvió. Fui conciente de cómo alguien me acunó en sus brazos.

Esperen... ¿Era yo una bebé?.

  Shizuka ni watashi no on'nanoko, okāsan wa koko ni imasu².

  No entiendo nada, pero la voz de esta mujer, me calma hasta el punto de querer dormir.

  Con mucho esfuerzo y aún confundida, abrí mis párpados. La luz me cegó por un instante, parpadeé y forze mi vista.

  Cómo era de esperarse, una mujer me sostenía.

  Me observaba con un cariño que jamás pude creer que una persona tendría, unas pequeñas lágrimas se asomaban por sus ojos oscuros y grandes.

¿Ella era mi madre?.

  Una sonrisa surco sus labios cuando yo extendí mi pequeña mano hacia su rostro, como mi brazo no era lo suficientemente largo, la mujer se acercó lo suficiente para yo poder tocar su mejilla.

  Un par de lágrimas resbalaron por ella, pero estás eran de felicidad, su armoniosa risa provoco que yo también sonriera.

  No sé que está pasando, ni como fue que volví a nacer. Pero creo que tal vez, no sea tan malo después de todo.

  Aún así, solo una pregunta seguía dando vueltas en mi cabeza.

¿Dónde diablos estoy?.

Samayō shinkō |Naruto Fanfic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora