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Un lamento desolador se escuchó por los largos y oscuros pasillos del palacio que eran testigos de tal vez el más atroz golpe de estado en la historia de Joseon,un alfa corría por todo el lugar en busca del responsable de aquel desgarrador grito proveniente de esos conocidos aposentos,su mirada cayó al cuerpo en el centro,llego hasta el bello muchacho con gruesas lágrimas llenas de angustia y desespero ya que ese precioso ser que estaba casi en la inconsciencia era su amado omega.

Jimin, por favor abre tus ojos,mi amor dejame oir tu voz– suplicó el alfa tomando el delicado cuerpo de su preciado esposo en brazos, le acariciaba el rostro con sus manos ensangrentadas, tenía miedo de que con un toque se rompiera.

Escuchó el suave murmuro en un intento de hablarle lo miró,se escuchaba muy mal, su voz no estaba bien, era débil como si fuese un susurro tenue.

–¿ Al-Alfa?–preguntó el omega, pues aún no lograba visualizar bien, su vista está nublada por el dolor y agonía en la que se encontraba a causa de sus fatales heridas.

Moría lentamente...

Si pequeño, soy yo. No cierres tus ojitos amor, te llevaré con el mejor médico,y...y estaras muy bien,¿sí? solo resiste.- le suplicó ingenuamente, o tal vez sólo quería una gota de esperanza y así pensar que podía salvar a su destinado,en su mente  una falsa visión llego en el que el joven se salvaba de aquella situación,quería creer,ahora mismo le suplicaba a todos los Dioses en los que decía no creer.

Cariño,sabes que no pasaremos la noche,si no podemos ser felices en esta vida...podemos serlo en la siguiente,y si no es asi siempre habrá más–Habló con lágrimas en sus ojos llenos de dolor, su voz salía con mucha dificultad y la sangre no paraba.

El alfa no podía, simplemente no quería. Ver a su omega bañado en sangre, sin su sonrisa encantadora, esa que lo cautivo totalmente y con la que descubrió que era con quien pasaría el resto de su vida.

Ese omega,quién era el único que apaciguaba su crueldad,el llegaba a la capa más profunda de sí,de un gran y atento esposo. En estos momentos solo sentía impotencia,odio hacía todo ser viviente que no fuese Min Jimin. Pero cayó en cuenta que el omega había hablado en plural, ¿porqué le pedía dejarlos?, No quería aceptar que no sólo el amor de su vida estaba a punto de morir,si no que también el fruto de su unión.

No...no lo digas,por favor, estarán bien,dimelo...¿es un cachorro? Haz-–No pudo terminar sus palabras al ser interrumpido por el pequeño, y tal vez si estuvieran en otra situación el lo habría regañado por interrumpir a una persona que está hablando, el le había dicho que era de muy mala educación. Pero no, ya no había tiempo para regaños.

Sí amor, nuestro amor rindió frutos, así que déjanos ir por ahora, el destino nos volverá a unir, solo confía. Te amo demasiado , nunca lo olvides, aprende a tratar más con las personas, ya no estaré para remediar tus berrinches. Sé feliz con otro omega por mí,asi mi ida no será tan dolorosa...sólo prométeme que me buscarás en otra vida para que conozcas a nuestro cachorro—Pidió agonizando,en medio de un ataque de tos por la obstrucción de sus vías respiratorias con su sangre quería decir algo antes de irse,se sentía tan cansado—Por favor promételo ¿sí?.–finalizó, el dolor incremento en su cuerpo cada vez era más insoportable, su omega estaba sufriendo demasiado por que su pequeño cachorro fue el primero en morir, él estaba luchando por resistir unos segundos más, tenía que ver bien a su alfa antes de descansar finalmente.

BadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora