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Todavía podía escucharlo llorar

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Todavía podía escucharlo llorar.

Tan insufriblemente, un llanto que le perforaba los huesos y le causaba dolor a él también.


Era el llanto de un omega al que le habían quitado su lazo. Un omega al que habían abandonado tan cruelmente sin mirar atrás.



Para la sociedad actual en la que vivían, un lazo era un símbolo importante de unión, amor, confianza y compromiso. Era un ritual sagrado y era para toda la vida.


Un lazo no era una cosa que se tomara a la ligera, y eso cualquiera podía saberlo. Especialmente los alfas, a quienes se les asignaba la responsabilidad de siempre ser cuidadosos con sus colmillos– especialmente con las mordidas, y con sus omegas.



Entonces, ¿Por qué el alfa de ese omega había roto su lazo? ¿Por qué había sido así de cruel e irresponsable?


Obito no terminaba de entenderlo. No había modo en el infierno de que pudiera hacerlo. Él tenía miedo de los lazos y lo destructivos que podían llegar a ser, por eso se había mantenido "soltero" todos estos años.


Cuando Obito era un niño, él fue duramente educado con todo lo relacionado a las castas sociales que existían en el mundo. Sus padres habían sido estrictos, y de mano dura para poder criar a un buen alfa, a un buen omega o a un buen beta, lo que sea que él resultara ser.


Secretamente, sus padres deseaban que él fuera un alfa. Ser omega en una sociedad que constantemente invalidaba sus derechos jamás era fácil, y ellos como cualquier otro, siempre querían lo mejor para su único hijo.


Afortunadamente, la vida les había concedido su deseo y había hecho de él un alfa fuerte, decidido y bastante bien educado por su madre omega y su padre alfa.



Desde pequeño se le enseñó que un lazo solamente se realizaba con una persona a la que se amara con el corazón, cuando ambos estuvieran listos y mentalmente estables para conllevar una relación que abarcaba toda la vida y constante cooperación de ambas partes. Sus padres eran el vivo ejemplo de eso.




Entonces, nuevamente, ¿Qué clase de alfa era aquel hombre? ¿Qué clase de educación había recibido?


Obito no podía decir que era privilegiado, todos los alfas recibían la misma educación en las escuelas, por sus madres y por los constantes anuncios en la televisión por el canal infantil, todo para asegurarse de criar buenos alfas en el futuro.



No entendía por qué esa persona hizo lo que hizo.




Soltó un suspiro desde la incomodidad del sofá, escuchando en el interior de su habitación el llanto del pequeño omega que había acogido en su departamento una noche lluviosa, por meras casualidades de la vida.



Broken Bond | ObiKaka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora