El cuerpo de Bruno descansaba tranquilamente sobre las sábanas de aquella cama, mientras una figura le observaba cuál aguila con su presa desde el balcón de la habitación. Solo habían pasado minutos desde que aquel acto de "amor" había terminado, dejó escapar un suave suspiro para luego salir de la habitación y caminar hasta el salón principal, faltaban un par de minutos para la una de la mañana, por lo que, su reunión iba a empezar en cualquier momento.
En el salón principal un ente flotaba gustoso por todos lados, jugueteando con una pequeña bola de luz, la luz del ente y la luz de la luna eran lo único que iluminaba aquel salón. Diavolo, quien era el dueño de aquellos pasos firmes entro dirigiéndose directamente hasta la silla que era el único mueble.
— Siempre, tan puntual. —
El ente y la bola de luz desapareción ante aquella frase mencionada. El dueño de aquel Stand se paró frente a la luz que la luna iradiaba dejando ver su tez pálida y su cabello rojizo que caía hasta sus hombros, hizo una reverencia burlona mientras dejaba escapar una risa que rezono por cada esquina.
— Insisto en tratar de entender ¿Por qué siempre tiene que ser de madrugada? —
Diavolo realmente odiaba a aquel sujeto, pero, gracias a él ahora tenía a Bruno en sus manos. Carraspeó y la risa de aquel tipo se apagó, tomo una postura firme, era hora de escuchar su siguiente orden.
— Sigue recordando a Giorno, necesito que te deshagas de los pocos recuerdos que ahora tiene. —
— Mi stand no funciona así y lo sabes. Mientras el se siga aferrando a ese recuerdo, no hay nada que pueda hacer. Además, es tu culpa, tu le has permitido seguir viéndole a pesar de las consecuencias que esto te traería. —
En las muñecas de aquel chico se miraban una infinidad de pulseras. Esté levantó el brazo y se lo mostró a Diavolo mientras caminaba hasta a él.
— Te dije, que mi Stand no era preciso, pero, cometiste la equivocación de no arrancarle sus recuerdos a Giovanna y estás son las consecuencias. —
El sujeto se arrancó una de las pulseras y se la lanzó directamente a Diavolo, quien la atrapó en el aire y la observó, realmente no entendía con que propósito había sido hecho aquello, pero, antes de que pudiera preguntar, el chico se le había adelantado.
— Es la pulsera que pertenecía a Guido Mista, recordó todo hace poco. Por cuenta propia por supuesto, además de pequeños empujones que Giovanna le ofreció. Tu error fue dejarles juntos luego de que habían recibido el golpe de Ride On/Right Now, no me sorprendería que pronto la pulsera de Ghirga o la de Pannacotta se apagará. —
Diavolo golpeó con fuerza el suelo, había sido tan difícil poner entre la espada y la pared a Bruno cuando aún era él mismo, que ahora que todos se le estaba saliendo de las manos, se arrepentía totalmente de sus decisiones. Por ejemplo, dejar que los subordinados de Bruno siguieran juntos después de todo y por último, permitir que Giorno siguiera en contacto con Bruno y sobretodo... Haber permitido que Leone ingresara de nuevo a Passione.
— Hay algo.. —
— Si, lo hay, pero no te va a gustar. Una vez, armen el rompecabezas de sus memorias, se recuperan del efecto de mi Stand y sus pulseras se apagan, si quiero golpearlos de nuevo con mi RORN tengo que esperar una semana... Suficiente tiempo para que se revelen contra ti. —
En el balcón de una de las casas en la villa de los ricos de Nápoles, se veía una figura de cabello rubio sentada mientras observaba las estrellas. Hace meses no podía conciliar el sueño y las pocas veces que lo conseguía solo lograba ver fragmentos de aquella noche.
Todo era sereno, por supuesto era de madrugada y los únicos despiertos en aquella casa, eran él y al parecer Narancia que otra vez se había quedado hasta tarde viendo series, o eso indicaba la luz que salía de su ventana, si Bruno siguiera en casa, ya hubiese entrado y apagado aquello obligandolo a dormir.
— Bruno.. —
Tragó saliva, no podía permitirse llorar otra vez. Un suave suspiro se le escapó de los labios y fregó su rostro con suavidad. Mista, quien le veía a lo lejos, solo podía reconfortarlo con palabras, pues estaban atados de manos.
Tenían prohibido mencionar alguna palabra sobre Bruno a los otros miembros y suponiendo que el jefe ya se había enterado de que él había recuperado sus recuerdos, ahora estaban en la mira de éste y cualquier movimiento en falso iba a ser fatidico para todos.
¿Cómo era posible que Bruno hubiera aceptado aquello? Nadie en esa casa, a parte de ellos dos lo recordaba, pues había sido una de las clausulas que el pelinegro había aceptado para que sus subordinados no acabarán muertos ¿Borrarles la memoria y entregarles una realidad nueva? Bueno, ese había sido el caso de Fugo y Narancia... Pero ¿Cómo es que Leone había regresado?
— Leone.. —
Bruno despertó de golpe. Aquel sueño le había agitado, aquel chico de cabellera albina se había aparecido en él. Miro a su alrededor y como supuso Diavolo ya había abandonado la habitación, como era costumbre.
Se levantó hasta el baño, dónde en el lavamanos tomo un poco de agua para enjuagarse el rostro. No era la primera vez que tenía un sueño así, pero, había sido con personas que no recordaba haber conocido en ningún momento, pero, en esta oportunidad el protagonista había sido el chico albino que había visto por la mañana del día anterior.
Era el mismo sueño, solo cambiaba de protagonista. Siempre aparecía en una habitación oscura, dónde no había ruido alguno, luego de un tiempo vagando por la habitación, una figura aparecía frente a él e iba tomando forma humana, cuando está se definía le miraba con una sonrisa y luego se echaba a reír.
Cuando la risa se acababa, la figura dejaba de verlo, el se acercaba para poder ver más, pero cuando lo hacía la figura regresaba la vista a él y le soltaba la misma frase.
"Buccellati, no pierdas el paso, no queremos dejarte atrás."
Y es cuando el sueño acababa. Aquello se había repetido ya tres veces antes, primero un joven rubio, luego uno al que primero confundió con un chica y la última vez, un chico de tez algo morena. No recordaba haber visto antes a esas personas, pero, ahora tenía el mismo sueño con aquel chico de cabello blanco.
Se estaba volviendo loco, seguramente, cosa que no le sorprendería, pues se la vivía encerrado y las únicas "relaciónes sociales" que tenía era con Doppio y Giorno. Negó y regreso a la cama, pero, ya no pudo consiliar el sueño nuevamente.
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unità oceanica [BruAbba]
Fanficвrυno вυcceraттι, eѕ la pareja del jeғe de la organιzacιón paѕѕιone,dιavolo, por ende, eѕ υna joya ιnтocaвle para тodoѕ y тodaѕ, нay de aqυel qυe тraтe de мιrar a loѕ ojoѕ a la reιna. υn día υn nυevo reclυтa en laѕ lιneaѕ de la organιzacιón, leone a...