Creo yo que ya no es sorpresa que esté aquí cada vez que me duermo y ¡oh! ¿Qué es esto? ropa roja, el lugar negro y de nuevo esa luz blanca. ¿Ahora que me pasará? ¿Y sí no avanzo esta vez? creo que es mejor quedarse aquí acostado. Al menos así no sufriré como la última vez que me transporté.
Ya no me quedan ganas de viajar, ya no le veo el caso a intentar llegar a la luz, ni aunque brille más fuerte. Ya no quiero recordar, quiero descansar. Yo no sé qué hice para llegar aquí, ya no recuerdo lo último que pasó antes de aparecer por primera vez en éste lugar.
¿Habré hecho algo malo para que mis recuerdos me torturen de esta manera? De todas formas solo hay una salida, y es esa luz. O... podría avanzar en el camino contrario; de todas formas no tengo nada que perder. Ya no tengo a nadie.
Alguna vez tuve a una persona junto a mí, una persona que se preocupaba por mí. Que me amaba sin ser yo alguien especial... esos momentos ya pasaron, ya hace muchas lunas que perdí a la persona que más amo en este mundo.
Me he puesto de pie, me coloco de manera de que la luz quede a mis espaldas y comienzo a caminar. Un pie delante del otro, una y otra vez. Me parece algo extraña la manera en que los pies se rebasan, uno piensa que está más adelante que el otro y de un momento a otro el otro pie ya lo ha dejado atrás. Desde cierto punto de vista esto es gracioso, tanto que me dan ganas de echar a correr.
¡No!, no corras. Eso tal vez sea lo que quieras pero no sabes si querrás lo que sigue. No cierres los ojos por mucho tiempo. No descanses. No termines en el suelo, que puedes acabar en cualquier parte de tus memorias. Ojalá no tuviera tanto miedo de viajar, podría tener a oportunidad de estar a un lado de Ella una vez más. Tal vez pueda cambiar algo. Tal vez no la pierda ésta vez.
...Y aquí es cuando me siento como un imbécil. ¿Cómo pude haber recordado en éste lugar a esa persona? la primera vez no pude recordar nada. ¿Qué tal si ahora sí puedo? ¿Haría algún cambio el viaje en mis recuerdos? Si funciona lo que voy a hacer entonces valdrá la pena.
Paro en seco, doy media vuelta, y corro lo más rápido que puedo hacia la luz, jamás me había sentido tan entusiasmado. En mi mente la imagen de Ella, en mi rostro mis párpados caen para prohibir la entrada de otra cosa que no sea Ella en mi mente.
Veo algo, parece que estoy a punto de dar el salto a ese día...
Abro mis ojos y lo primero que veo es una luz cegadora que me hace volver cerrar los ojos en seguida. Muevo mi cuerpo, estoy en mi cama, hay alguien junto a mí. Inmediatamente abro los ojos y me giro para ver. ¡Es ella! inmediatamente la abrazo. Ha despertado por mi culpa pero no importa.
La observo, tan hermosa. Me podría perder por horas en el negro de sus ojos verdes. Su fina tez blanca que es tan suave como si tocaras el plumaje las alas de un ángel. Esos labios que ordenan ser besados cada vez que nuestros rostros se acercan. No me cansaría jamás de observarla.
Ella se da la vuelta y me mira a los ojos. Prepara aire para expulsar de su cuerpo esa hermosa voz que tiene.
-¿Y por qué tan sonriente esta mañana? -me dice sonriendo ella también.
-Porque estoy contigo, y cuando eso pasa soy la persona más feliz del mundo.
-Oh vaya, vaya. Despertó romántico el señor -se acerca más a mí. La abrazo más fuerte.- en serio ¿a qué se debe?
-Ya te lo he dicho. ¿Qué acaso no me crees?
-Quizás necesite pruebas.
-¿Ah sí? -la beso en los labios y después de unos segundos me separo- ¿eso es suficiente prueba?
-Mmmmmm... no. Sigo sin creerte.
-Rayos, tendré que esforzarme -Ella se ríe y coloca su mano izquierda sobre mi mejilla y me besa de nuevo.
Tengo todo el día de hoy para intentar cambiar las cosas. Intentar que se quede conmigo por el resto de mi vida. No quiero perderla de nuevo, no lo soportaría...