Quizás

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Trafalgar

Abro los ojos repentinamente y veo entrada la madrugada, debían ser al menos las 4, hoy era el día en que debíamos partir de la isla, busco con la vista a mi compañero, que dormita a mi lado y se sobresalta al notar que me estoy levantando.

-¿Law?

- Discúlpame ¿Te desperté?

- No realmente, estaba esperando a que despertaras

Comienzo a quitarme la camisa y prosigo a ponerme el pantalón de la pijama, haciendo un mohín de alegría oculta, la pijama amarilla que Bepo me había regalado en mi último cumpleaños.

-Law

-Estuve en Impel Down…

El contrario emite un “oh” cargado de sorpresa, no le oigo levantarse de la cama pero escucho su encendedor abrirse, esperando a que prosiga.
-Fui a ver a Doflamingo, quería… quería saber más sobre mi fruta

Espero alguna palabra, una expresión, un golpe, lo que sea pero al girarme veo a Cora San fumando mientras mira hacia la pared, finalmente articula palabra con un tono bajo.

-¿Con que has pagado?

-Le di una llave de su celda

-Ya veo

Al fin me mira con una expresión triste y hace ademán de que me acerque, a lo que tiro la playera que estaba por ponerme y me siento a su lado, quito su cigarrillo y lo apago.

-¿Por qué lo hiciste?

-No me agrada mucho el aroma del cigarrillo

-Law…

Sabía que no se refería a eso, así que tomé valor, mirando mis pies descalzos.
¿Qué era lo que realmente estaba buscando?
Lo tenía todo aquí, mi amada tripulación, mi vida libre al fin y a la persona que más había amado en esta vida estaba mirándome en este momento. Egoísmo, mi egoísmo era más grande que todo y me dolía aceptarlo.

-Por ti.

El rubio menea la cabeza con pesar y toma mi mano.
Toma mis mejillas entre sus grandes manos y me mira directamente a la cara, acorto esa distancia, igual que en mi sueño y comienzo a besarlo, éste se queda quieto bastante sorprendido y se separa unos centímetros

-¿Esto es lo que realmente quieres?

No soy capaz de responder y busco nuevamente sus ojos a lo que acorta la distancia y me corresponde el beso, me empuja suavemente sobre la cama y besa con torpeza mi rostro mientras concentro mis manos en sus hombros y cuello, admirando la piel blanca y suave, siempre emitiendo un agradable aroma, me era familiar pero no sabía de dónde lo había percibido también, ¿Doflamingo olía así? No. ¿Alguno de los Mugiwaras? No no, era el aroma suave y dulzón que emitían las rosas cuando se han marchitado y llevan mucho tiempo colocadas en el mismo lugar, el hermoso aroma de una rosa muerta.
Hago uso de valor y apresuro los besos, mitad suaves mitad urgentes. Todo. Lo deseaba todo.
Rosinante baja a mi cuello y comienza a lamer lo cual me sorprende pero no le evito la tarea mientras acaricio el suave cabello dorado.

-Comieza a hablar, Trafalgar.

En medio del placer que me provocaban los besos de Cora San tomo aire y prosigo.

-Sachi y yo nos metimos a Impel Down, a-asesiné a algunos guardias y entré a la celda de Doflamingo.

-¿Cómo está?

Murmuró pegado a mi esternón

-Igual que siempre, pero con un estúpido traje de preso.

Esperaba una risa, una expresión triste o un bufido pero el rubio se limitó a asentir una vez y proseguir repartiendo besos en mi pecho, a lo que lo detuve y lo empujé sobre la cama para colocarme sobre él ¿Esto estaba realmente bien? El rubio no decía palabras y me miraba tranquilamente, como si aceptara todas mis acciones de forma natural, a lo que quité su camisa negra con cruces blancas, poco importaba ahora, admiré el pecho bien formado y pulcro de Cora San, sinceramente, era hermoso.
Dirigí mis labios nuevamente a él, introduciendo tímidamente la lengua, que fue bien recibida mientras sostenía su hermoso rostro entre mis manos y él por su parte sostenía mi cintura, empujando primero suave y de forma tímida su cadera contra la mía, que después parecían urgentes embestidas por chocar nuestras pieles, escuchaba bajo de mi los gruñidos y jadeos del rubio, llegando a su límite casto.

-¿Puedo quitarlo?

Rosinante asiente con las mejillas tan rojas como sus labios, comienzo a quitar su pantalón igualmente negro dejando la ropa interior donde una erección amenazaba empujando contra la tela, no era la primera vez que veía una erección, soy doctor.
Pero era la primera vez que me sentía excitado por ver un miembro luchando por liberarse de la tela, paso los dedos sobre ésta ocasionando un jadeo bajito en el mayor, que cubre su boca con una mano mientras me mira, me acerco a él y le doy un beso suave para inspirarle confianza, vuelvo a bajar a su entrepierna para comenzar a bajar la tela y así liberar el duro miembro frente a mi, tragando saliva de forma nerviosa miro a Rosinante que se había cubierto la cara con ambas manos y acerco los labios a su falo, posando un beso sobre la rosácea punta y después la lengua, de forma cuidadosa haciendo que Cora San emita gimoteos tan adorables.
La voz avergonzada de Cora San es suficiente para provocar en mi la salida de líquido pre seminal, humedeciendo mi pijama, que retiro rápidamente quedando igual de expuesto que mi compañero.
Lo miro detenidamente, mientras él intenta cubrir su rostro y me mira.

-Ya no eres un mocoso con manchas blancas

Murmura tratando de aligerar el ambiente, me acerco más a él frotando nuestros miembros a lo que él suelta un gemido y acto seguido hago lo mismo, la sensación era increíble.

-Law

-¿Si?

-Law

-¿Qué ocurre?

Los ojos cristalinos de Rosinante estaban por volverme loco y algo en mi mente comenzaba a entrar, como un clavo en mi cabeza, me detuve y continué mirando a Cora San que gimoteaba y se retorcía de placer.
Durante tanto tiempo me dediqué a proteger a mi familia después de haber creído perder a Rosinante, me juré que nadie les haría algo que los lastimara o algo que los ensuciara como persona y aquí estaba yo, un estúpido niñato seduciendo a quien me había protegido como un padre y él, cediendo porque me amaba.
Me detuve.

-¿Law?

Con los ojos llenos de lágrimas me arrojé a su pecho y lo abracé con fuerza, pidiéndole perdón en silencio, por querer ensuciarlo, por amarlo tanto, por negarme a seguir sin él.
Corazón me abrazó y acunó mi cabeza sobre su pecho, repitiendo dulcemente “todo está bien” “tranquilo”

-Quédate a mi lado, Rosinante

-Siempre estaré a tu lado.

Acarició mi cabello como si fuera un niño y susurraba en todo momento que todo estaría bien, hasta que cansado de llorar y del maldito día que había tenido, cerré los ojos, pensando perezosamente que estábamos desnudos aún pero no me importaba, si estaba con él, ya no importa si la tripulación, la alianza o el gobierno mundial lo sabía.


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Dos horas después, Sachi toca tímidamente la puerta de su capitán, al no obtener respuesta, dado que tenía prisa porque era hora de partir, abre la puerta y susurra lo más fuerte que puede el nombre de su amigo, Trafalgar por su parte abre los ojos y se sienta, tallando su rostro, recuerda los sucesos y enrojece al notar a su compañero en la puerta.
-Sachi, disculpa no te escuché, dame al menos tiempo de ponerme ropa y sobré él, hablaremos después eh…
Murmura de forma torpe mientras señala la cama

-¿Law de que hablas? Estás completamente vestido y no hay nadie contigo, es hora de irnos.

Espectro [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora