Un sueño

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Trafalgar

Sachi me espera ansioso en la sala de seguridad pateando despacio los brazos de quienes había cortado, al verme aparecer sonríe como si le quitaran un arma de la cabeza.

-¿Cómo resultó todo?

-Perfecto, nos vamos room, shambless

Aparecemos nuevamente en un barco de la marina y nos movemos a las zonas más retiradas mientras escuchamos a lo lejos las alertas de que hubo un asesinatos de guardias en Impel Down, lo cual nos dará la ventaja de salir mientras ellos se concentran en atrapar al culpable.
Actúo en modo automático, saltando de barco en barco con Sachi hasta que al llegar a la última isla donde nos alojamos caigo rendido, había hecho un uso de mi habilidad más grande del usual, me recargo sobre unas rocas muy cerca del Polar Tang y le pido a mi compañero que espere un poco.

-Puedo llevarte sobre mi espalda Law, vamos es peligroso estar aquí afuera

Pude ver el nerviosismo del pelirrojo, definitivamente estar en un lugar tan riesgoso como Impel Down lo había hecho sentir asustado, moví la mano para indicarle que se sentara junto a mi antes que nada.

-No puedes regresar al barco así, no aún, si Penguin comienza a cuestionarte vas a quedar expuesto y yo… Oh

-¿Y tú…? ¿Law?

¿Debía contarle a Rosinante sobre esto? Me asaltó la duda, Doflamingo sabía que él está conmigo y aún así ¿Debía mantener a Cora San en la ignorancia para evitar que saliera por su cuenta, evitando así un truco de Doflamingo para matarnos? No. Había demasiado que no estaba comprendiendo, puse una mano en el hombro de Sachi.

-Unos marines nos interceptaron en la isla más cercana a esta y salimos lo más rápido posible ¿Bien?

-Bien

Nos ponemos de pie para dirigirnos al barco y cada uno asiente en complicidad, avanzo rápidamente a mi camarote, ansioso de verle y encuentro su ausencia solamente, me siento sobre la cama y suspiro de forma pesada sopesando que quizás está mejor así, de momento, que Rosinante no esté y vea a través de mí como siempre hace, cierro los ojos e intento dormir.

Puedo verle entrar a la habitación aunque en esta ocasión no me molesto en decirle que debe ser cuidadoso al entrar para no ser visto, se sienta a mi lado y acaricia mi cabello
-¿Dónde estuviste?

-En otra isla

-¿Es así?

Se recuesta a mi lado y continua acariciando mi cabello, una urgencia enfermiza de saber que está conmigo me empuja a tomar su rostro entre mis manos.

-Estás aquí ¿Cierto? ¿Estás realmente conmigo?

-Estoy aquí contigo

-No vas a dejarme nuevamente ¿Verdad, Cora San?

-Law ¿Qué ocurre?

-Responde

-No voy a dejarte, Law

Acerco mi rostro al suyo, tan cerca que puedo percibir perfectamente el aroma dulzón de su piel y la jodida esencia del tabaco que merodea por sus labios.

-Cora San

-¿Law?

-Cora San, mi preciado Cora San

Acaricio su mejilla con una mano mientras que con la otra tomo un mechón dorado de su cabello, tan suave, acerco mis labios a los suyos y lo beso con suavidad, adorándolos con fervor, espero que se separe con brusquedad o recelo al separarme pero solo me topo con sus mejillas rojas

-¿Law?

Rosinante es tan hermoso sonrojado, vuelvo a besarlo con mucha dulzura, tratándolo como si fuera un Adonis mientras por mi mente se cruza el recuerdo de mis habilidades, Doflamingo, la presión de la cárcel, la agonía de saber que nada es eterno y con ello la urgencia de mis labios sobre los de Cora San, desesperado de que calme mi maldito miedo, me detengo esperando una reacción negativa de mi compañero pero éste se aferra a mis hombros con los ojos cubiertos de miedo.
Eso es suficiente para besarlo con más urgencia, introduciendo con temor la punta de la lengua en sus labios y siendo correspondido por éste me ocupo en acariciar su cuello, acerco mi boca a su oreja derecha lamiendo el lóbulo de ésta y escuchando un “¡Ah!” tan suave que consigue, de forma vergonzosa ponerme duro, necesitaba desesperadamente tenerlo conmigo, ahora.

Una fría mano toca mi hombro y abro los ojos de golpe, topándome con los cobrizos ojos de Rosinante desprendiendo preocupación

-Law ¿Estás bien? No respondías y estabas agitado.

Parpadeo unos segundo y respiro hondo, había sido un sueño.
Me tapó el rostro con ambas manos, había soñado de esa forma con Rosinante, me daba vergüenza con él, tan puro mirándome con preocupación pensando que tuve una pesadilla.

-Estoy bien ¿Dónde estabas?

-Después de que te fuiste salí un momento, a dar una vuelta… venía de regreso cuando te vi… y después… después estabas aquí sudando y agitándote.

Retiro una mano de mi rostro para mirarle y acariciar su mano, tembloroso.
Él corresponde entrelazando nuestras manos y me mira.

-¿Sucede algo?

-Tuve un sueño agitado, solo eso.

-¿Puedo hacer algo por ti?

Sonrío a medias y niego con la cabeza, mirando nuestras manos, siempre tan fresca la piel blanca de Rosinante, igual a la de un cadáver.

Espectro [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora