¿Qué hubiera pasado?

Sin más soledad.

Corría todo lo que podia, debia llegar a sus hermanos antes de que se fuera. Quizás entre todos podrían quitarle aquella tonteria de irse sola con esa gente. Al final de la calle vio a sus hermanos pero todo se volvió negro.

– ¡Allison! -Luther llegó hacia ella cargándola.- ¿Qué te ha pasado?

– Mirad, tiene el maletín. -Diego lo señaló al verlo.- ¿de dónde lo ha sacado?

– ¿Dónde está Vanya? -Cinco miró por donde habia venido Allison algo preocupado.-

– Dejad de preocuparos por pequeñeces, Allison está perdiendo sangre.

– Perdona pero Vanya es tu hermana también. -Cinco le contestó de mala manera.-

– Al parecer solo nuestra hermana porque tú no la ves así, ¿cierto?

– Ja, ¿en serio? ¿tú? ¿el eterno enamorado bobalicón detrás de su hermana desde que eramos pequeños me vas a echar en cara algo así?

Ambos se quedaron mirando con el ceño frundido intentando aguantar la mirada en una lucha interna.

– Dejad eso ahora de lado. No es momento de eso, tenemos a una hermana desmayada y otra desaparecida. ¿Qué hacemos? -Diego se interpusó.-

– Por supuesto que volver.

– Buscar a Vanya.

Ambos respondieron a la vez y volvió su lucha de miradas.

– Allison se está muriendo en mis brazos.

– Vanya puede estar peleando o peor aún muerta.

Para Diego ambos daban razones de peso así que esta vez se mantuvo al margen con la pelea pero dio una idea.

– ¿Qué tal si vamos con mamá?

– ¿Qué? -ambos volvieron su mirada a Diego.-

– Si, Luther y yo llevamos a Allison con mama y tú Cinco puedes ir a buscar a Vanya mientras tanto.

Esa idea hizo que los hermanos cambiaran la tensión de su rostro.

– Hay un problema, no nos podemos encontrar con nosotros mismos. -Cinco recordó uno de los problemas de viajar en el tiempo.-

– Pues intentaremos evitarnos. -Diego seguía con su idea.-

– Espera, antes he escuchado que acabamos de entrar en el año 2000. Aquí tenemos 10 años y justo el primer día del año papa nos llevó a entrenar a las afueras, a excepción de... -Cinco se calló al recordar aquel día.-

– A excepción de Vanya. Podemos ir con mama. -Diego terminó por convencerlos.-

– Bien, os veré allí. -Cinco salió corriendo por la dirección por la que habia aparecido Allison.-

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Vanya estaba sentada en el banco del parque. No queria apartar la mirada de aquellos dos matones pero se sentia demasiado cansada.

– ¡Oye! -les llamó a lo lejos.- ¿nos vamos o qué?

– Tenemos que esperar a que el jefe nos traiga otro maletín, el que teniamos se lo dimos a tu hermana. -le respondió el grandullón.-

– ¿En serio soy tan importante?

– Eres famosa en la comisión, número 7. -ahora habló la más bajita.- todos los hermanos Hargreeves lo sois.