¿Qué hubiera pasado?

No se volverá a repetir.

La noche siempre le habia dado miedo de pequeño en aquella casa. Todo se ponia a oscuras y en silencio como si nadie viviera allí.

Cinco daba vueltas viéndolo todo algo nostálgico. Para sus hermanos habia sido hace apenas quince años o menos, para él habian sido más de cuarenta años.

Subiendo al área de las habitaciones se dirigió a su habitación aunque una luz en la habitación de al lado le llamó la atención. Habia olvidado que Vanya pequeña si se encontraba allí.

Asomándose un poco la consiguió ver.

— ¿Por qué siempre soy yo la que me quedo sola?

Logró escuchar un sollozo.
Y daba igual si era la Vanya de cinco, diez o treinta años. Sus lágrimas siempre sacaban la parte más incoherente de él así que terminó abriendo la puerta para entrar a verla.

La pequeña al verlo se asustó y se sentó en su cama tapándose hasta la cara.

— ¿Quién es usted señor?

— No temas, soy...

Pensó con tranquilidad quien era. No debia sacar la verdad con ella, aquello podria cambiar algo en el tiempo y por mucho que él quisiera cambiar un pequeño detalle de su vida, eso seria demasiado ariesgado. La última vez que jugó con el tiempo, estuvo cuarenta y dos años sin verla.

— Soy un amigo del pequeño Pogo.

— ¿Y qué hace aquí?

La niña se destapó un poco dejándole ver que estaba tomando confianza.

— Esa es una buena pregunta.

Cogió la silla del escritorio y se sentó mirando hacia ella.

— He escuchado a una pequeña niña llorar y me he preocupado. ¿Por qué una niña tan linda llora en mitad de la noche?

— Es porque mi familia siempre me deja afuera de todos sus planes y siempre estoy sola.

— Hmm, eso me suena a que se preocupan por ti.

Ahora la niña frunció el ceño esperando a que el anciano detallará su razonamiento.

— Ellos hacen cosas muy peligrosas. ¿Qué tal si te pasa algo y te pierden?

— Pero eso mismo podria decir yo. ¿Qué pasa si les pasa algo y pierdo a alguno de ellos?

Una niña de diez años le hacia dudar sobre si mismo.

— Tienes razón, la vida es cruel. ¿Tienes a alguien especial de que te preocupes más?

La niña asintió.

— Se llama Ben. Siempre que utiliza su don llora pero papá le regaña y yo a escondidas le llevo galletas.

Cinco sonrió abiertamente aunque al recordar lo que el futuro traería a esos niños puso una cara de nostalgia.

— Será mejor que duermas ya. Mañana volverán y, ¿no querrás que te pillen durmiendo cuando vuelvan verdad?

Se acercó a la cama para arroparla y le dio un beso en la frente.

— Que descanses.

Le susurró dirigiéndose a la puerta y la niña en un susurró le preguntó.

— Señor. Al menos, ¿me puede decir como se llama?

Cinco sonrió a la luz de la luna y abrió la puerta despacio.

— Mi nombre es Johann.

Con aquello salió y suavemente volvió a cerrar la puerta para que nada molestara a la pequeña.

Ya tenia claro que haria, no pensaba abandonarla de nuevo.

Bajando hacia el salón se encontró con sus hermanos donde dejó claro el plan para el día siguiente.

— Os quedaréis con el maletín y yo iré a por Vanya. Si las diez de la mañana no he vuelto, usad el maletín y volved a nuestro tiempo.

— ¿Sin vosotros? ¿Qué haremos solo nosotros dos con una Allison herida? No podremos evitar el fin del mundo. -Luther dio su opinión.-

— Confiad en mi. Si no llegamos a las diez mañana, nos veremos dentro de diecinueve años.

— Y, ¿qué haremos con esto? -Diego se señaló a si mismo y a todos.- Seguimos siendo viejos.

Cinco se puso en posición intentando crear un portal para cambiar sus aspectos. Cuando por fin lo consiguió ambos hermanos le miraron desconfiados.

— Vale, iré yo primero. -Cinco levantó las manos rindiéndose y se metió en el portal.-

Cuando Cinco salió del portal amnos hermanos le miraron sorprendidos.

— ¿Qué? -se miró a las manos.- mi voz no es la de un niño, ¿qué ha pasado?

— Cinco. -Luther coge un espejo pequeño espejo y se lo da.- Como mucho aparentas treinta años.

Luther y Diego se miraron a la vez y corriendo se metieron a la vez en el portal.
Cinco no se dio cuenta hasta que ya estaban dentro y se golpeó la frente.

— Seréis imbéciles, mis cálculos fueron para una persona a la vez. Bueno, está interesante que saldrá de ahí.

Cinco se sentó a esperar cuando en un minuto ambos salieron del portal.

— Oh. -no pudo evitar reírse.- creo que se ha dado una vuelta a la tortilla.

Ambos hermanos se miraron, volvían a tener doce años de nuevo.
Se volvieron hacia Cinco con intención de atacarle pero él ya habia desaparecido.

— Será mejor que empiece a practicar.

El chico salió al patio para practicar la nueva técnica de la que Pogo le habia hablado, que no se trataba de otra que nada más que dar pequeños pasos con sus poderes.

Mañana seria un día muy largo.

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Aquí otro capítulo. He de avisar que ya nada más quedan dos capítulos para su final y si este tiene mucho apoyo subiré los dos capítulos juntos.

Hago algo de promo con una historia original que acabo de empezar. Se llama "Para vivir pido" y la podéis encontrar en mi cuenta.

Este capítulo se lo dedico a Yumiko1223344. Muchas gracias por el apoyo 💖