1.

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Me senté de las últimas en la mesa como siempre, ya todo el mundo estaba desayunando listos para comenzar un nuevo día en este reality show, éramos lo más parecido a eso todos con personalidades completamente diferente tratando de sobrevivir a esta vida. De lejos se escuchaba la radio con "I was made for lovin' you" de Kiss, el Chino movía la cabeza al ritmo de la canción mientras que cada uno estaba completamente atento a su desayuno.

—I WAS MADE FOR LOOOOOVIN' YOU BABY. —gritó Bella incorporándose a la mesa con el ánimo de siempre, ahí me di cuenta que faltaba ella también. El Chino tomó la cuchara y la apuntó. Comenzaron a cantarse mientras yo deseaba que un árbol de este puto bosque nos cayera encima en ese momento.

—Demasiada energía para comenzar el día. —dijo Úrsula, tenía toda la razón.

—No seas amargada Ursi. —dijo Bella poniendo cereal en una taza grande.— Se nos acabó el cereal papá —miró a Lanzani que nos estaba ignorando a todos, él vive en su burbuja de androide la mayor parte del día.

—Anotalo en la lista de cosas. —apuntó el refrigerador.— Aún falta una semana para el supermercado. —Bella se quejó inmediatamente, mientras Eugenia leía el diario con atención, no podíamos ser más diferentes todos.

—¡Es hoy, es hoy, es hoy! —dijo Bella con su energía especial, ya me está haciendo doler la cabeza.— ¿Están ansiosos? ¿Nerviosos? ¿Ya pensaron que le van a decir? Chino puedes tomarlo de la cabeza y decir ¡Yo soy tu padre! —el chino explotó de la risa mientras yo contaba hasta mil para pedirles que dejaran de estar tan felices por la mañana.

—Hablando de eso, necesito la atención de todos por favor. —agregó nuestro líder con su tono de voz matutino, no había manera de hacerlo entender que no estábamos en el ejército.— Después del desayuno haremos una pasada con los movimientos finales, así que no se vayan a ningún lado por favor.

—¿Yo también? —preguntó Bella.

—Claro que sí —respondió enojado con la pregunta.— Tenemos que estar todos porque vamos a pasar los últimos detalles.

—Dale, yo pensaba salir a caminar un poco antes de todo. —suspiró Euge mirando el diario. Peter ignoró ese comentario.

Todos terminamos el desayuno en silencio. El día D siempre se manejaba silencioso porque seguro que por la cabeza de todos nosotros pasaban un montón de cosas, por lo mía no había nada más que oscuridad, siempre estaba lejos de la energía que todos mostraban pero por lo menos era sincera, por mi cuerpo no pasaba nada, había perdido la emoción. Me duché y fuimos a la sala tecnológica para la reunión final.

—Ok, Bella... por favor. —dijo Peter. Bella se sentó en el computador y comenzó a apretar un montón de botones en el teclado mientras no dejaban de salir letras verdes sin parar con códigos que solamente una nerd como ella podía entender. ¿Por qué nunca pude llegar a este punto? pensé mientras miraba el computador con atención.

—Según el mensaje que mandó ayer, a las cinco de la tarde estarán en el galpón con toda la droga, desde ahí hay solo diez minutos hasta el barco que sacará todo, tienen los contactos con algunos policías infiltrados. —agregó Bella mostrando los mensajes.— Martín, mandó un mensaje ayer que los están siguiendo desde otro bando así que es muy probable que les intente robar desde otro punto. —apretó un botón.— Según lo que Lali dijo, acá están todas las cámaras de seguridad —nos mostró las imágenes.— Puedo apagarlas solo por cinco minutos después se reinician por "seguridad" si no captan señales.

—¿Cuanto tardas en tomar la señal nuevamente? —preguntó Eugenia.

—Treinta segundos, no puede ser más rápido. —respondió Bella.

End game Donde viven las historias. Descúbrelo ahora