d i e z.

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—No quiero que nos casemos, Fei.

—¿Que estás diciendo? —cuestionó confundida.

—Lo que oíste. Ya no te quiero como antes. —respondió, apenas fuerte e incapaz de mirar el rostro de la chica.

—¿Estas hablando en serio?

—Sí.

—¿Hay alguien más?

—Sí.


Mark abrió los ojos de golpe, se había quedado dormido en el sillón y el cuello le dolía a montones.
Los recuerdos lo perseguían hasta cuando dormía, aquel par de ojos tristes que lo miraron hace bastante tiempo atrás volvieron a su mente.

Mark había olvidado a Fei, pero no a Jackson.

Aquella persona por la que Mark no se pudo casar con Fei era Jackson y siempre trato de ocultarlo, lamentablemente ya no podía.

O por lo menos no ahora que había descubierto que Jackson sentía lo mismo por el.

Estaba tan consciente de que la atracción sexual y física no es igual a la mental, pero ya había pasado por aquella etapa, lo supo cuando pensó en Jackson mientras tenía sexo con Fei y cuando el Chino hablaba y el no podía hacer más que sonreírle bobamente y ponerle toda la atención del mundo.

Wang le encantaba de todas las maneras posibles.

Pero era moral y políticamente incorrecto.

[...]

El rollo de papel higiénico y las cajas con pañuelos desechables extra suaves adornaban la cama de Jackson quien parecía una Magdalena llorona.

Estaba harto de llorar por Mark pero era todo lo que su cuerpo sabía hacer últimamente, se detenía y al acordarse de lo sucedido lloraba otra vez y una, y otra y otra más.

Pensó que por lo menos ya no vivía como un fugitivo, el chico sabe la verdad ahora, sabe su verdad y esto lo dejaba un poco mas tranquilo, lo que no lo dejaba tranquilo era su muy esperado rechazo, si llegaba a contarle a su hermana seria hombre muerto.

BamBam se robo la atención de Jackson al dejar un vaso de agua en su mesa de noche, el Chino lo tomo de inmediato.

Si iba a seguir llorando, por lo menos que no se deshidratara.

Literature. » Markson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora