Literature. » Markson.

d i e s i c e i s.

capítulo final, parte número dos.

Los buenos deseos para los recién casados no tardaron en llegar, todos estaban felices pero no tan felices como los novios, quienes tomados de las manos recibían con una sonrisa y una reverencia los regalos que traían los invitados.

Cuando la situación estuvo más calmada y pudieron estar un rato en soledad, el par de chicos se miraron y compartieron un tierno beso, Mark no podía quitarse de la cabeza el momento en el que Jackson confirmo su respuesta con un "acepto" hace apenas unas horas atrás.
No tenían la intención de hacer una gran fiesta, pero si querían disfrutar un poco con algunos cercanos.

Entonces la noche pasó rápido, entre bromas por parte de un muy contento tailandés y risas por el círculo social que los acompañaba.

Ya en la madrugada tomaron ese auto que los llevaría a su ansiada luna de miel.

[...]

Jackson corrió a acostarse en la cama que le ofrecía una comodidad enorme. Suspiro con suavidad y ansió estar con su esposo ahí dentro solo recibiendo sus mimos y besitos dulces que solo el sabía darle.

Mark miró al chino con ojos brillantes, camino a paso lento hasta llegar a la cama y cuando sus rodillas chocaron contra el blando colchón, se subió y aprovechando que Wang le daba la espalda, beso su hombro de forma lenta y paciente, después de todo, aún les quedaban varios días para solo ellos dos.

Jackson se mordió el labio inferior de forma inconsciente, pero demasiado consciente de que el también esperaba ansioso por eso que solo Mark podía darle y que por supuesto, el también quería.
Cuando se volteó, el americano aprovechó para quedar arriba de el y sonreírle con gracia.

—Te amo, Jackson.

—Yo también te amo, Mark.

Los besos se extendieron por el cuello del chino, robándole suspiros y alguna que otra risita por las cosquillas que le provocaban, de forma lenta y mucho para el gusto de Wang, Mark se encargo de hacerle saber que lo ama con cada átomo de su existencia y mucho más de lo que ambos podrían llegar a imaginar.

"Cariño mío, si en algún momento llegas a leer este libro, quiero que sepas que vivirás en mi corazón por siempre. No deseo que estes conmigo, porque deseo que estés donde seas feliz."