o n c e.

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Mark bebió hasta cansarse, como si esa fuera exactamente la solución a sus problemas.

Por otro lado, Jackson hizo lo mismo. Se embriagó hasta no poder más y solo se detuvo porque BamBam se fue a jugar con Yugyeom y lo abandonó en la sala de estar.
La puerta resonó, sacándolo de sus atormentadores pensamientos, deseo no haber estado ahí para no verse en la obligación de abrir pero de igual forma se levantó del piso y camino con pereza, tambaleándose hasta que su mano tomó el pomo frío.

Tuan observo la madera frente a el y luego el rostro para nada similar al del tailandés lo sacó de si.
Pensó que quizás el alcohol le había pegado demasiado fuerte, así que se restregó los ojos, encontrándose con la cara de Jackson frente a él.

Wang quiso huir, sobretodo cuando el americano comenzó a adentrarse en la casa sin siquiera pedir permiso para hacerlo. Retrocedió dos pasos y soltó la puerta, Mark tanteó la misma y la cerró tras de el.

—Jackson... —susurró, tomo de su muñeca y lo acerco a su pecho.

Ambos olían a alcohol y entre eso se mezclaron los perfumes caros que usaban regularmente.
En menos de cinco segundos Jackson ya estaba pegado a la puerta con Mark a una distancia considerablemente corta de su cara, a sólo centímetros de que sus labios se rozaran.

—Bésame. —ordenó Jackson, sabiendo que la oportunidad no se repetiría.

Y así fue, Mark acato la orden sin ningún problema, venía deseando hacerlo desde hace un buen tiempo. Sus manos formaron parte de la ecuación, apoderándose de la cintura del menor y jugando con sus prendas holgadas.

Lo que en algún momento fue tierno ahora era rudo, demandante y necesitado. Jackson quería a Mark tanto como Mark lo quería a él y no desaprovecharía la oportunidad.

Subieron a la habitación a pasos torpes, muy torpes. Una vez dentro; Tuan se saco la molesta chaqueta de mezclilla, tirándola al piso y logrando que las llaves resonaran al chocar,
Jackson se dejó besar, acariciar y desnudar.

Ambos estaban completamente de acuerdo en que el alcohol sirvió para darles la valentía que en algún otro momento no tendrían.

De cualquier manera, podrían preocuparse al otro día.

Literature. » Markson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora