1.

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Momo

Desperté por el molesto ruido de mi alarma, maldiciendo agarre mi celular y lo desactive, hoy era lunes, desgracia.

Me levante de mi cómoda cama, podía escuchar como pedía a gritos que volviera a su colchón.

Camine al baño para hacer mi aseo diario, al salir me seque con una toalla y luego me coloqué unos jeans azul ajustados, vans grises y una blusa holgada que mostraba mis hombros, até mi cabello en una coleta dejando que algunos mechones caigan en mi cara, me mire al espejo y sonreí.

Camine a la cocina donde estaba mi madre cocinando, olía a unas deliciosas tostadas con jugo de naranja.

—Buenos días —dije mientras me sentaba en una de las sillas de la mesa—

—Buenos días mi amor —respondió mi madre brindándome una sonrisa llena de cariño— aquí tienes tu desayuno —coloco el plato de tostadas y el vaso de jugo frente mío— come rápido, se nos hará tarde —asentí llevándome un pedazo de tostada a mi boca—

Luego de haber desayunado agarre mi mochila y espere a mi madre afuera de la casa, unos minutos después ya ella había salido y sacado el auto del garaje.

Me subí al auto en el puesto de copiloto y me coloqué el cinturón de seguridad, mi madre encendió el auto y condujo a la secundaria donde estudiaba.

Después de quince minutos llegamos a la entrada de mi secundaria y me quite el cinturón para darle un beso en la mejilla a mi madre.

—Ten un buen día mi niña —me sonrió con dulzura—

—Tú igual mamá —le sonreí también y salí del auto cerrando la puerta después—

Cuando mi madre se perdió en la carretera sentí un peso encima de mí y por supuesto sabía quién era.

—¡Sana bájate pesas mucho! —me queje tratando que se bajara de mi espalda—

—¡Te extrañe! —dijo y yo rodé los ojos—

—Nos vimos ayer Sana —dije luego de haber logrado que se bajara— bueno, ¿y Mina y Nayeon? —le pregunte mirando a nuestro alrededor—

—No sé, acabo de llegar —asentí— tal vez estaba dentro, vamos —dicho eso me agarro de la muñeca y nos adentramos al interior de la secundaria—

—Sana no corras tan rápido —me volví quejar, Sana había soltado mi muñeca y la perdí entre los demás alumnos del centro educativo—

Seguí caminando pero choque contra alguien ocasionando que ese alguien cayera al suelo.

—Enserio per—iba a disculparme pero luego note con quien me había chocado— pero mira quien está aquí, la pequeña nerd —reí mirándola, llevaba sus típicos lentes, unos pantalones negros con una camisa un poco grande de cuadros verdes y unos tenis grises—

—Pero mira quien tenemos aquí, reina cabeza hueca —dijo con una sonrisa burlona mientras se levantaba, idiota—

—Bien quisieras tener a esta reina —le respondí cruzándome de brazos tomando una posición superior—

—Prefiero seguir comiendo libros —rodó los ojos ocasionando enojo en mi— mejor vete con tu grupito de falsas —volvió a sonreír y se fue de mi vista—

—¡Ahg! Como la odio —me queje por tercera vez en el día—

—¿A quién odias? —preguntaron mis tres amigas al unísono—

—A la nerd de Kim —les respondí y ellas rieron—

—Cálmate, tenemos un largo año para molestarla a ella y a sus amigas —dijo Nayeon levantándome los ánimos—

—Así es pero ya vámonos a la clase de historia, se nos hará tarde —recomendó Mina y todas asentimos para luego irnos a nuestra clase que por suerte nos tocaba juntas—

Sueños húmedos con la nerd ✫ DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora