—¡Jisoo!, ¡por un momento creí que no vendrías! —una emocionada castaña se abalanzó sobre mis brazos.
—No podría faltar, perdona, solo me retrasé un poco—respondí correspondiendo su abrazo—felicidades, por lo de tu beca
—¡Gracias Chu! —contestó separándose de mi, topándose con aquel rostro melancólico que ya debería acostumbrar a notar— ah, ¡vamos Chu!, no te desanimes, mira que te graduarás pronto de la secundaria y podrás venir conmigo.
Y quizá ella tenía razón, su hacia mi máximo esfuerzo, podría salir de aquí, dejar atrás una vida que se niega a volver a mí, forjar una nueva que me devuelva las sonrisas que la otra se llevó, comenzar desde cero e intentar arrancar la melancolía que mi corazón lleva por dentro, sin saber el porqué.
Tras algún par de horas, conseguí ser feliz por un momento, algunos tragos, conversaciones y bailes me hicieron entrar en una débil burbuja temporal, en que olvide por unos momentos resignarme a penar en mi pasado.
Pasado las doce el lugar se llenó un poco más de personas, que comencé a sentirme sofocada, digamos que agobiada de alguna forma, por lo que salí sin ser notada y di una larga caminata a orillas de la arena, bañando mis pies de las olas del mar que impactaba con ellos.
En un momento me senté cobre la arena, justo en el lugar en donde me sentaba siempre a intentar recordar quien era, justo en el lugar en que lloraba desconsoladamente múltiples noches en silencio y en donde ocurrió aquel accidente del que no resguardo imagen alguna, siendo yo, la única sobreviviente, pero aquí me ven, más muerta que viva.
Repentinamente, recordé la conversación que había tenido con mi madre, esa, que en efecto me había hecho llagar tarde hoy.
"—te ves hermosa—musitó mi madre apoyada en el marco de la puerta.
Me gire para asentir con una sonrisa.
—A tu padre le gustaba verme con ese vestido, decía que parecía como una sirena,creo, que si te mirara con el, diría lo mismo.
—Mamá—me acerque más a ella—¿tú lo extrañas?
—Si, y estoy segura de que aunque lo recuerdes poco, también lo debes de extrañar mucho
Asentí.
—De hecho, no sé si sea tarde, pero hay algo que estoy segura, te gustaría ver.
Me haló suavemente del brazo, hasta adentrarnos en su habitación en donde tomé asiento en la cama, en lo que ella rebuscaba en un par de cajones hasta sacar de uno de ellos una pequeña cajita de madera.
—Él siempre me mencionó lo importante que es el uso del tiempo, no entendía aquello, hasta que pude comprender como a menudo usas el tuyo para recordar uno que ya has vivido.
Tomó una de mis manos, haciendo entrega de la pequeña caja que sin dudar abrí, había un pequeño y antiguo, pero hermoso, reloj de bolsillo.
—Tan solo quiero que sepas que puedes recuperar tu memoria, pero todo debe ser con calma, llegará a su tiempo Jisoo..."
Aquel recuerdo me hizo derramar un par de lágrimas. Sostenía aquel reloj, que por ser de mi padre, prometí cuidar por siempre
Y en medio de ese cómodo silencio, un leve tictac me sobresaltó, pensé que vino del reloj por un momento, pero a juzgar por lo viejo de este, no creo que haya sido así. Pero la inquietud me consumió por terminar de abrir la carcasa donde supuse, estarían algunas oxidadas y viejas pilas.
En su lugar, había un pequeño pedazo de papel, el cual tomé como por inercia y lo desdoblé dejándome ver que en efecto, tenía un mensaje
"Aunque hay innumerables errores que quiero corregir, quiero que estos treinta minutos te pertenezca, úsalos con precaución"
Te quiere
—papá
Antes de que pudiera darle al menos una vuelta al asunto, el ladrido de un perro que notoriamente venía hacia mi, me distrajo
—¡Firulais!, ¡ven acá! —exclamó la voz de una chica que venía tras el animal.
Aquel enérgico canino se abalanzó sobre mi, haciendo que terminara completamente tumbada sobre la arena, riendo ante las cosquillas que su suavidad me causaba, con cuidado lo hice a un lado para lograr ponerme de pie, pero en el proceso, la chica que venía corriendo de forma despavorida, parecía no haberse percatado de que estaba ahí, dado que chocó conmigo, haciéndome caer de nuevo, esta vez, con ella encima de mi.
Aunque la luna no brillaba tanto esa noche, podía notar un poco su rostro, gracias a aquellas finas líneas que lo definían, era un hermoso rostro, dada la inevitable cercanía.
—Oh, p-perdona, mi mascota no es así, solo se comporta de esa manera con las personas que conoce, de verdad, lo siento—musitó avergonzada, apartándose de encima de mi regazo y ayudándome a incorporarme.
—Descuida, quizá lo haya conocido en otra vida —murmuré acariciando la cabeza del canino—¿vacaciones?
—Mas o menos, en unos días me alejaré del país y vine porque necesitaba despedirme de una persona, pero me temo que el tiempo se me ha ido, ahora debo irme—respondió cabizbaja.
Pese a ser una desconocida, entendía la tristeza en sus palabras, así que con toda la confianza del mundo, coloqué una mano sobre su hombro dando suaves palmadas
—Lo sé—dije—también se lo que es perder alguien sin poder despedirte, sin poder quedarte con una última imagen antes de alejarte inconscientemente.
no sabía que nombre ponerle al perro ajajajaja
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(🃏)𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍 ║ 𝖢𝖧𝖠𝖤𝖲𝖮𝖮.
Fanfic(🌻)𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍: Principio que define esos amores que nacieron predestinados. ❝Tan solo tenía que volver a conocerte, para poderte salvar❞ ↳a chaesoo fanfic 📌 ↳capítulos cortos📌 ↳está abierto a la interpretación que le des.📌 ↳¡disfruta!📌