𝟐.-𝒑𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂.

714 73 44
                                    

Desde que mi consciencia se encargó de guardar recuerdos nuevamente, desde cero, he soñado con la imagen de una persona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde que mi consciencia se encargó de guardar recuerdos nuevamente, desde cero, he soñado con la imagen de una persona...

Una que no logro distinguir, una que no está presente en mi álbum familiar, que nadie ha mencionado, pero que de alguna manera me transmite a sensación de que ha sido parte de mí, aunque no permanezca en mis recuerdos.

Solía soñar con la imagen de una chica, una muy hermosa chica, con largos cabellos, de un lindo tono rubio que destellaba dorados reflejos, con un rostro tan perfecto, que incluso parecía de otro mundo, con aquellos fúlgidos ojos color café, con aquella tez blanquecina, de la que emergían leves sonrojos por encima de sus mejillas, con aquellos labios carmesí, que incitaban al mínimo desliz de querer atraparlos entre los míos.

Y aunque parecía un simple sueño, para mí era tanto la oportunidad de volver a verla como la de sentir más confusión por sus palabras, era la oportunidad de esbozar sonrisas intencionales, porque sin duda, la ataraxia encerrada en su perfección era la paz que mi corazón siempre busca, aunque, lo que más aprecio de estar en cada sueño, es que con cada despertar un recuerdo de mi pasado, retorna a mi consciencia, un recuerdo de aquella feliz Jisoo esa que mi madre suele decir que tanto extraña, esa que no fue la que hoy soy, esa que parece una desconocida.

Porque ella parecía rescatar parte de una felicidad que ya no existe, parte de una vida que incluso yo anhelo recuperar.

En mis sueños, siempre estaba la misma imagen, de ella, de espalda a mí, siempre con su vista fija al mar, manteniendo esa mueca de melancolía en su cara, la cual parecía suplantar una esperanzada sonrisa cuando me paraba a su lado. Su mirada siempre estaba admirando aquella luna, apenas girándose una que otra vez hacia mi.

—¿Quién eres? —era lo que siempre solía preguntar

—Alguien que murió en tu memoria, pero aún vive en tu corazón

—Pero...¿por qué si no logro recordar quien eres estas aquí?, ¿aún estás viva?, ¿por qué siento tanta tristeza cuando te veo?

Era ahí, cuando se giraba por completo hacia mí, y con la más hermosa de las sonrisas respondía:

—Porque tu corazón desiste de olvidarme y obliga a tu pasado a recordarme.

Y cuando la confusión no podía ser mayor, tomaba mi mano entre la suya, la acunaba con suavidad y me entregaba siempre el mismo objeto, Un muy antiguo y pequeño reloj de bolsillo.

—Es tu turno.

Siempre decía eso, para alejarse de mi caminando, y no tenía más remedio que sentarme a orillas de las olas, para ver como su figura de desparecía.

—Al menos, ¿puedo saber tu nombre? —pregunté una vez.

—Creo que...lo sabrás sin que tenga que decírtelo.

Esa mañana y como todas las que me deslumbraban sus sueños, desperté con mis ojos humedecidos, un triste suspiro y mi mano fuertemente empuñada contra mi pecho, como si hubiese algo que no quisiera soltar.

De forma instantánea, una imagen de mi pasado retornó a mi consciencia, una en la que una pequeña versión de mí jugaba a orillas de la playa, en compañía de un feliz hombre, cuyo rostro era fácil de identificar por estar presente en cada retrato, en cada foto, en cada vídeo y ahora, en mi memoria, era mi padre.

Estuve un largo rato pensando en aquel recuerdo, hasta que en sonido de un puño impactando sobre la madera de la puerta repetidas veces, llamó mi atención, haciéndome volver en sí.

—Jisoo, amor, ¿estás despierta?, el desayuno está servido.

—Si mamá, ya bajo—contesté secando mis lágrimas apresurada.

En aquel ambiente, en el que era poco usual que me gustara estar, solo había silencio, casi nunca solía hablar con mamá, puesto que ella reconocía que no tardaría en comenzar a preguntar de mi pasado y le agobiaba tener que recordarme quien era, sin resultado alguno, y no la culpo, era una vida que me correspondía recordar a mí, y era doloroso, que incluso ella me pareciera una desconocida.

—Supe que tu prima Jennie se irá en dos días a Japón, ha ganado la beca para la universidad—murmuró mi madre sin apartar la vista de su plato.

—¿De verdad?, es una excelente noticia.

Jennie, era otra de las personas que comencé a desconocer después de aquel incidente, cuando me vio salir del hospital aquella tarde, corrió hasta mis brazos hundida en lágrimas, no entendía mi rostro de confusión hasta que se enteró de lo asustada que estaba ante su abrazo, no sabía quién era.

Desde esa entonces, me prometió hacerme recordar cada instante de mi vida, todos los momentos en los que de niñas pudimos divertirnos, en los que según ella "lucíamos como hermanas", me enseñó cada foto que tenía de nosotras, pero tan solo recordé un poco. Hoy, esa chica que estuvo como la hermana que nunca tuve, se va de mi vida, sin que logre recordarla por completo.

—Sus padres le harán una fiesta para que se despida de sus amigos, quiere que vayas—musitó en lo que tomaba su plato vacío y caminaba en dirección a la cocina.

—Hmm, ¿a qué hora es?

—A las ocho—contesto acercándose hasta mi—Yo iré de compras, te traeré un presente para tu prima, ¿si?

Asentí sonriente y ella dejó un beso en mi frente.

—Te amo hija.

—Te amo hija

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


(🃏)𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍 ║ 𝖢𝖧𝖠𝖤𝖲𝖮𝖮.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora