Katrina (COMPLETA)

Capítulo 3

CAPITULO 3

Por más que buscaba no lograba ver a la persona que salió...

- Es imposible –decía mientras cerraba la puerta, volviendo a entrar en la habitación.

Caminaba por la habitación observando todo con sumo cuidado, pero algo llamó su atención, se acercó a un arcón que había justo a los pies de aquella enorme cama, se puso de rodillas giró la llave y abrió la tapa que cerraba aquel enorme arcón...

- ¿Veamos que escondes dentro de ti? –se preguntaba en voz alta, quitando una tela de seda de color beig, empezó sacando cuadros de paisajes bastantes antiguos. A medida que los iba viendo los iba dejando justo a su izquierda, cuando vio algo muy parecido a una caja musical, pero esta era muy distinta a las demás era de cristal y en su interior se podía ver algo envuelto en un trozo de tela y con un lazo de color rojo. La miraba con sumo cuidado, se acercó a la lamparita de la mesita de noche haber si conseguía ver mejor que era aquel objeto envuelto en ese lazo.

- ¿Can te vienes a buscar a la princesa misteriosa? –Baris abrió la puerta asustando a Can.

¡¡¡CRASSSSS...!!!

- Mira lo que conseguiste Baris –mirando la caja en el suelo echa pedacitos de cristal.

- Lo siento mucho hermano, no fue mi intención –trataba de disculparse – ¿qué es eso de color rojo?

- No sé, es lo que trataba de averiguar antes de que me asustaras y se me cayera la caja al suelo –se agachó y al coger el lo que contenía el interior de la caja se cortó sin querer, luego se oyó una voz en el mismo momento en que Monse entraba a la habitación de Can.

"Todo lo que tienes que hacer es seguir los pasos que te dicte tu corazón y recuerda busca la respuesta en el cuadro sin rostro. Lo que tienes en tus manos es la llave que abre la puerta donde esta encerrada la princesa Katrina, pero tienes que elegir bien ya que si te equivocas y no abres la puerta correcta ella jamás volverá a ser humana. Suerte joven y un consejo: Elige sabiamente, pero elige con el corazón"

- ¿Habéis oído lo mismo que yo? –Can estaba asombrado ante lo que acababa de suceder.

Monse y Baris se acercaron a él...

- Si lo hemos oído, ahora debemos ponernos en marcha y buscar ese cuadro –Baris le puso una de sus manos en el hombro derecho de Can. Se había cambiado la ropa mojada por unos pantalones de lino blancos con una camiseta del mismo color y del mismo tejido del pantalón, sus zapatos eran de tela a juego con la ropa que llevaba puesta.

- Animo Can –Monse seguía tan risueña que cuando estaba mojada, llevaba puesto un chándal de color celeste de terciopelo, con sus zapatillas de deporte a juego, el pelo recogido en una cola alta.

Can seguía como ido de ese lugar, no entendía el porque le estaba sucediendo a él todo eso y no ha Baris, pero lo que si estaba claro era que eso era su destino y él no podía hacer nada por evitarlo, así que se quitó el jersey que llevaba puesto quedándose con la camiseta blanca de tirantes que llevaba debajo y sus pantalones vaqueros de color negro, luego añadió...

- Esta noche se cumple 500 años y tenemos el deber de encontrar a la princesa Katrina, no podemos permitir que ese malvado como quiera que se llamase se salga con la suya y no despierte la princesa –dicho esto salió de la habitación dejando boquiabiertos a Baris y a Monse.

Can corría por aquel pasillo sujetando con su mano derecha el lazo que tenía la llave y antes de llegar a las escaleras se la puso como si de un amuleto se tratase. Minutos después salían de la habitación Monse y Baris...