CAPITULO 2
Y Monse empezó con la historia del palacio Aslan...
- Bien, les decía... –apenas empezó a decir tan solo dos palabras fue interrumpida por Can.
- Hay no, hay no –empezó a decir al sentir el cascabeleo del auto, que termino por pararse –no puede ser –bajándose del auto y abriendo el capo.
- Creo que tengo mala suerte con los autos –dijo la chica encogiéndose de hombros.
- Hey, no ha sido tu culpa –Baris trataba de hacer que ese sentimiento de culpa no fuera a más. –mejor vayamos haber que ocurre –ambos bajaron del auto y se acercaron a Can –¿Qué ocurre?
- En apariencia nada, ¿pero pueden ver si en el auto hay alguna linterna o algo? -Can buscaba haber si había algún problema.
- Claro, yo voy – Monse se ofreció ayudar, subió al auto y cuando regreso –aquí está la linterna, y el auto es alquilado ¿cierto?
- Si –contestó Can con la cabeza metida dentro del capo.
- Pensé en llamar a la casa donde alquilan los coches, pero los teléfonos siguen sin señal –Monse estaba triste, estaban parados allí en medio de la nada y no había señales de vida por ningún lado.
- Bueno, vean el lado positivo, no está lloviendo –Baris levantó sus brazos y justo en ese momento empezaron a caer una pequeñas gotas, que se volvieron gruesas, seguidamente comenzaron a caer sobre ellos.
- Gracias –Can lo miró muy serio. –Entremos en el coche.
Dicho y hecho, entraron al auto para resguardarse de la lluvia, pero a los poco minutos...
- Y... ¿aquí nos vamos a quedar? –preguntó Baris.
- Tienes una idea mejor –le contestó Can subiendo la ventanilla.
- Ir al palacio –Monse los miro con una sonrisa de oreja a oreja.
- Queeeeee –los dos chicos la miraron al mismo tiempo.
- No se alarmen, no es tan tétrico como parece, además por los ladronzuelos que suele haber, hay un guardia, debe de tener teléfono y desde ahí podemos llamar ¿les parece? –Monse quería tanto o más que ellos llegar a su destino, junto a su padre.
- Buena idea, pero cubrámonos con algo – añadió Can tomando su maleta y pasándole a Baris la suya, luego se colocaron una chaqueta por encima.
- ¿Tú no te vas a cubrir? –Baris se dio la vuelta.
- No hace falta ya estoy lo suficiente mojada – los tres bajaron de auto con su maleta
- No importa, toma – Can le paso su chaqueta.
- Gracias –le respondió tapándose con ella.
- Bueno, ¿y en que quedo lo de la leyenda? –a Baris ese tema no se le olvido, verdaderamente quería saber la leyenda que se contaba.
- Cierto, pues resulta que en el siglo XIV, más o menos, vivía el rey Can Aslan. ¡oye Can como tú! bueno les sigo contando. El Rey tenía una hija, la princesa Katrina, pero cuando el Rey murió, ella se tenia que casar con el jefe de la guardia, obvio que ella no lo quería, entonces unos días antes de celebrarse la boda, la princesa Katrina desapareció, y al darla por muerta su prometido fue quien subió al trono...y eso es lo que recuerdo de lo que me contaba mi padre cuando era pequeña.
ESTÁS LEYENDO
Katrina (COMPLETA)
القصة القصيرةLos castillos esconden misterios y te llena de curiosidad cuando su historia te deja con esa sensación de querer saber mas. Si los muros hablasen, contarian todo lo que esconden. No te puedes perder esta corta historia.