Capítulo 5: Helado de Chocolate

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(Narra Jazmín)

Miércoles por la mañana, mitad de semana, y la misma pregunta que me hago todos los días ¿Y si no voy? Pero mi promedio de asistencia perfecta no se verá afectado por mi vagancia, así que me levante de la cama con el mismo humor que una piedra y me dispuse a alistarme para ir a la escuela.

Mientras ordenaba mis cosas mi lucha interna matutina se vio interrumpida por alguien tocando mi puerta.

— ¿Quien es?—

— ¿Jazmín ya estas despierta?— preguntó Jake imagino que recostado de la puerta.

— No, estas hablando con su brasier— contesté sarcásticamente rodando los ojos— ¿En que te puedo ayudar?—

— Jaja! Muy graciosa— Podía sentir su expresión burlona aún a través de la puerta— Mamá quiere saber si quieres algo para llevar a la escuela—

— Dile que no, muchas gracias.—

— ¿Oye cuando piensas salir de ahí? Llegaremos tarde—

Abrí la puerta y vi a Jake caer al suelo, lo cual me confirmó que tenía razón y estaba recostado de la puerta, reí negando con la cabeza y salí.

— Ahora— dije con una sonrisa— Sabía que estabas recostado de la puerta— dije pasando por encima de él, con cuidado de no pisarlo.

— ¿Si lo sabías entonces por qué la abriste?— espetó poniéndose de pie y acariciando su frente.

— Fue divertido verte caer— declaré con una sonrisa.— ahora date prisa o llegaremos tarde— No necesité verlo para saber que puso cara de confusión, después de todo es mi mellizo.

Mientras bajaba las escaleras me dio una de las migrañas que me han estado molestando por semanas, siento que todo da vueltas y comienzo a escuchar voces o algo así dentro de mi cabeza, es algo molesto. Por un momento creí que rodaría por al escaleras al no poder mantener el equilibrio, gracias a Dios mi padre estaba bajando detrás de mí.

— Te tengo!— fueron sus palabras al lograr atraparme justo a tiempo antes de empezar a rodar por las escaleras.

— Mi héroe, siempre rescatándome cuando lo necesito— dije hundiendo mi rostro en su pecho mientras me cargaba escaleras abajo.

— Bueno, si la damisela en apuros es mi hija, haré todo lo que sea necesario para protegerla—

Mi padre es un hombre sumamente apuesto, le hace honor a su papel de súper héroe, atento, detallista, trabajador, aunque su ultima cualidad lo mantiene muy ocupado, es sin duda el "hombre ideal", y sí, soy de esas chicas que dicen "cuando me case, quiero que sea con un hombre igual a mi padre", no me juzguen, no suelo ser tan cursi, pero si lo conocieran sabrían de lo que estoy hablando.

— ¿Crees estar en condiciones para ir a la escuela hoy?— preguntó mi madre un poco preocupada mientras mi padre me descargaba.

— Estoy bien, solo tengo hambre— mentí.

— Eso es muy extraño, ya que te pregunté si querías algo y dijiste que no— exclamó Jake mientas bajaba las escaleras, le di una de esas miradas que dicen "callate o te rompo el cuello" ante la cual solo levantó los brazos en señal de rendición y entró a la cocina.

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