Resulta que el color amarillo, así como cualquier otro, adopta un significado diferente dependiendo de la cultura, lugar, contexto, tono o incluso la psique de la persona que lo esté interpretando. Para Sasuke Uchiha siempre fue un casi sinónimo de enfermedad. Desde la más tierna infancia, Sasuke le tenía un repelús al color; y entre más verdoso era, más malestar le causaba.
Entonces, no tardó mucho en venir a su mente el color cuando aquella enfermedad se propagó por las cinco grandes naciones. El asesinar a Itachi se volvió una proeza casi imposible, el equipo de Sasuke se movía con lentitud y pocas posadas se atrevían a abrir sus puertas. Peor fue cuando una mezcla de cansancio y una gripa común invadieron el cuerpo del joven Uchiha. Jugo y Karin temían que fuere la famosa enfermedad e insistían con ahínco que Sasuke viera a un doctor, negándose éste en cada una de las súplicas. Sólo necesitaba descanso y una sopa; por lo demás, en tanto la dueña de la posada no se enterase que estaba enfermo, se sanaría prontamente y partirían sin demora.
La situación era difícil, pero Suigetsu se encargaba de volverla peor con sus bromas:
—¿Sabías, Sasuke, que nos dan dinero si decimos que es Cov...?
—¡CIERRA TU MALDITA BOCA! —gritaba irritado Sasuke, postrado en la cama.
Así pasaron tres días, con el color amarillo propagándose por la habitación. Las ideas más optimistas declinaban y Sasuke temía cada vez más que la causa del estado deplorable de su cuerpo era lo que se presumía. Sus compañeros no toleraron más, así que, antes de abandonar la habitación, le confesaron que irían por un médico para él.
Con todas las fuerzas que sus facultades pudieran proveerle, Sasuke se levantó de la cama y salió a duras penas de la posada solo. Arrastró el costado contra paredes, respirando con dificultad, mojándose con una lluvia escasa, hasta que oyó su nombre. Ni Jugo, ni Karin, ni Suigetu; ahí estaba, por vicisitudes de la vida, una misión de hecho, Naruto Uzumaki perplejo, sosteniendo un paraguas amarillo, que le dio a Sasuke unas imperiosas ganas de vomitar.
—Usuratonka... —fue todo lo que el Uchiha pudo decir antes de desplomarse contra la acera.
—¡Sasuke!
Naruto dejó caer el paraguas para echar a correr hacia su amigo.
Y así, por una pandemia y el color amarillo, Sasuke Uchiha regresó a la aldea oculta entre las hojas.
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Cuentos en los que Naruto y Sasuke son GEIS [NaruSasuNaru].
FanfictionSiete cuentos cortos y uno no muy corto constituyen este recopilado. Ninguno se aleja de ese concepto del Japón de antaño y ninjas con poderes extraordinarios, así como tampoco a ninguno le falta un Naruto y Sasuke gays.