Only Told The Moon. [Joerick]

that seven.

"Silence,too loud                                     

say it, not now"                 

(Silencio, demasiado fuerte

 Dilo, ahora no)      

"Happy birthday Erick! Disfruta tu día,love ya bro".

Eso bastó para que el menor disfrutara mucho más de su cumpleaños número diecisiete. El saludo de Joel por Instagram le había alegrado el día subiéndole los ánimos notablemente. Luego del concierto, lo recibió una bonita fiesta sorpresa por parte de sus compañeros y el equipo completo. Como costumbre, los cinco tenían la tradición de pasar toda una noche de pijamas viendo películas en la habitación del cumpleañero como los adolescentes que seguían siendo. Los chicos de por sí tenían muy presente el no perder la humildad que los definía. Y era una manera de demostrarlo ya que para estas situaciones no consideraban necesario ir a fiestas lujosas para festejar.

Erick se dió una corta ducha y se dispuso a ordenar y limpiar su cuarto. Unió las dos camas disponibles que tenía el lugar, solicitó utilería de limpieza para asear la toda la habitación, compró dulces y snacks de sus favoritos y colocó unas frazadas en el suelo junto a unas almohadas.

Esperó pacientemente la llegada de sus compañeros, habían acordado juntarse a las nueve de la noche para dicha celebración. Se colocó su pijama mientras que decidía la primera película que verían. Entonces, escuchó un par de golpes detrás de la puerta y se encaminó hacia ella para abrirla. Los primeros en llegar fueron Christopher junto a Zabdiel.

-Heeeey, ¿cómo van los diecisiete?-ambos chicos abrazan al ojiverde en forma de saludo.

-Pues, me la he pasado excelente gracias a ustedes-responde con un tono de emoción en su voz- pero ahora se viene lo bueno, ya tú sabe'.

Los chicos se acomodaron sobre las frazadas y hablaron sobre temas triviales esperando la llegada de los demás.

-¡Christopher!-Erick grita al ver que el mayor sacaba disimuladamente los dulces que había servido- saca tu mano de los dulces ahora.

- Nah, fíjate que están muy ricos-prosigue a probar más sin importarle la expresión molesta del menor- ¿dónde los compraste?

-En el supermercado de la esqui...¡Te dije que saques tu mano, Chris!

-Oh, Erick- el castaño dice formulando su mejor distracción y haciendo uso de sus dotes de actuación- ¿No te das cuenta de lo bien que te luce ese pijama?

-Sí, es que resalta mis curvas y, en verdad, es muy cómodo- el ojiverde responde calmado para después darse cuenta de las intenciones del ecuatoriano-Deja de distraerme y saca tu mano de allí. Los dulces se acabarán muy rápido por tu culpa y yo quiero probarlos también.

Un fuerte manotazo resuena en la habitación junto a los quejidos del castaño. Christopher se sobaba su mano en busca de alivio mientras que los otros dos chicos reían por tal escena y la reacción del mayor.

-Eso te ocurre por hambriento-replica el puertorriqueño.

-No me culpes, Zab. Están ricos.

Al escuchar unos toques suaves, Erick se levanta de su puesto aún soltando risas y se dirige a la puerta. Al abrirla, Richard entra en la habitación con unas sodas en sus brazos.

-Feliz cumpleaños, chamaquito-felicita el moreno, saludándolo amistosamente con un choque de puños- traje sodas porque aún eres un niñato.

-Gracias,Rich. Y no te preocupes,el alcohol no es algo que quiera experimentar por ahora.