Me presento:
Soy N° 8 o Camila Hargreeves tengo el poder de leer las mentes, puedo averiguar los más profundos secretos de cualquier persona y manipular tanto sus acciones como pensamientos. A los 15 años tuve un accidente en una misión y para salvarme Reginald me inyectó un prototipo de suero de inmortalidad que funcionó, con la consecuencia de no crecer, es decir, tener siempre la apariencia de una chica de esa edad.
Era muy unida a toda mi familia, incluso sabía como tratar a mi padre, pero me llevaba mejor con N° 5, además, estaba enamorada de él, hasta que desapareció.
La muerte de Ben también fue muy dura, el era mi mejor amigo, era muy buena persona y no se merecía morir en la forma en que lo hizo.
Con el tiempo mis hermanos fueron creciendo y dejando la academia para tener sus propias vidas, excepto Luther quien se quedó hasta que nuestro padre lo mandó a la Luna. Por otra parte, debido a que parezco una niña de 15, no tenía muchas opciones, asi que decidí quedarme. Además, mantengo la esperanza de que Cinco regrese.
Por obvias razones, fui la primera en enterarse de la muerte de papá. Fue algo inesperado, la verdad que no hablaba mucho con él, solo compartíamos tiempo en el almuerzo y la cena, y ya saben que no se puede hablar en esos momentos.
Lo bueno es que mis hermanos vendrían para el funeral, todos juntos bajo el mismo techo otra vez.
Esto no puede salir bien.
