O1

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Silencio

La campana sonó y un rubio corría por los pasillos, ya que de por sí tenía cierta prisa para llegar a un lugar, tan solo veía como el demás alumnado pasaban a su lado.

¿Por qué?

Bueno, él estaba corriendo hasta los baños, y como habían concluido las clases obviamente todos los alumnos no tenían nada que hacer en la institución, pero una chica en particular sí.

— ¡Senpai! — grito con alegría al ver a una chica de cabellos plateados que recién llegaba a los baños con una cubeta en mano —

— ¿Kou-kun?, ¿Sucede algo? —

— ¡Te ayudaré con la limpieza! —respondió con una sonrisa —

— ¡Gracias Kou-kun! — dijo con una sonrisa cálida —

A él rubio no se hizo esperar un sonrojo de su parte, tan solo desvió su mirada mientras rasco su mejilla y así ambos entraron a el baño femenino, encontrándose con un fantasma dentro de ellos.

— Hola, Hanako-kun — dijo aún con su sonrisa —

— Ah, hola Hanako — saludo encogiéndose de hombros dándole la menor importancia —

No se podía esperar un mejor saludo de Kou, ya que ahora mismo ese fantasma le era un fastidio, y trataba de hacer lo posible para que no le hiciera algo perverso a la peli gris.

El séptimo solamente tenía su característica sonrisa de siempre, le daba igual como le saludará él de cabellos rubios.

Aun así sentía un poco de molestia, pero decidió no darle importancia y solamente seguir con su rutina.

— Hola Yashiro — sonrió alegremente mientras flotaba — Hola niño, al parecer estas un poco amargado, ¿no necesitarás una revista sucia? — dijo a punto de sacar algo de su bolsillo, solamente buscaba fastidiar a el contrario —

— ¡No estoy amargado!, ¡y no necesito una de tus sucias revistas! — alzó la voz como comúnmente lo hacía — Tan sólo vengo a ayudar a Senpai, si no fuera por ella ya estuvieras exorcitado —

La de mechas verdes suspiro ya que siempre era lo mismo con sus amigos, y tan solo se limito a hacer su trabajo.

El azabache solamente veía con los ojos abiertos al contrario, le seguía dando igual como le hablaba.

Pero también comenzó a reírse de él rubio.

— Pues no veo que estés ayudando — Le dio palmadas fuertes en la cabeza — anda, anda, ve a trabajar — dijo en tono de burla — lastima que desprecies mis valiosas revistas~ —alzó sus hombros con una sonrisa notable, quería ver hasta donde podía irritar a el exorcista —

— ¡Hanako! — Grito molesto — ¡Cállate! —

— Kou-kun, ¿podrías ayudarme con los espejos? — Le pidió Nene, al menos eso acabaría con la molesta pelea de ambos —

— Ah, ¡si Senpai! — dijo con una sonrisa y se dirigió con la chica, ignorando a él espectro — no hay problema — este tomo un trapo y comenzó a pasarlo húmedo, para que así quitar todas las marcas de labial o dedos — ¿por que le dan besos a los espejos? — se cuestionaba a sí mismo —

El espectro solamente observaba como limpiaban.

— No lo se, las chicas son raras, aunque son muy lindas — comento mientras seguía flotando —

Solamente se quedo en silencio, no tenía mucho que comentar, además que no le interesaba.

El rubio solo suspiro ante la respuesta dada por él azabache, a decir verdad solo pensó, “ni le pregunte a él”, para luego bufar.

τє ρrστєgєrє [нαทαкσυ] (ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora