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Una Confesión Llena De Problemas

El sol y sus rayos iluminaban la habitación, el rubio abrió sus ojos y se percato que el azabache no estaba, dio un suspiro y vio su celular, y al instante dio un grito.

— ¡Ya es tarde! — este tomo sus cosas — ¡Nos vemos Hanako! — se despidió luego le reclamaría a el otro —

— Vale, vale — dijo flotando hacia él —

— Luego te reclamare — este se fue corriendo no sin antes darle un beso corto en los labios a el azabache —

El sonrojo leve del contrario no se hizo esperar y solamente le sonrió para despedirlo con la mano.

...

Las clases fueron aburridas para Kou, pero debía prestar atención si no quería ser regañado por su maestro. En el almuerzo se fue con sus amigos, luego volvió a clases, poco después de acabar con ellas ya se estaba dirigiendo a el patio, donde se encontraría con la peli gris y en definitiva estaba allí.

— Senpai —

— ¿Ah?, K-Kou-kun —

— ¿Sucedió algo? —

— Bueno... Tan solo quería decirte algo... — la chica estaba jugando con sus dedos, en verdad no sabia si decirlo —

El azabache pasaba por los pasillos en donde no se encontraba el presidente Minamoto, hasta llegar a cierto punto de los pasillos, de reojo pudo ver como estaban Yashiro y Kou en el patio, así que decidió observar desde arriba, aunque no escucharía nada decidió mandar a uno de sus orbes fantasmales a informarle lo que decían, era curioso después de todo.

— Se que no eres mi tipo... Pero... ¡M-me gustas mucho Kou-kun! —

— Ah, Senpai... — no sabía que decirle, ella acababa de declararse, y el tenia una relación con Hanako, ¿que haría? —

Hanako veía todo desde la ventana, no sabía que habían dicho, de repente vio regresar a su orbe fantasma, esta se le pego a él, de alguna manera diciéndole todo. Los ojos del azabache se abrieron totalmente y fue corriendo por las escaleras hasta llegar donde ellos, pero no se mostró, sino que estaba viendo todo más de cerca ocultado en un arbusto.

— Yo... Tengo a alguien más... — el rubio bajo su rostro —

— O-oh, ya veo — a la chica se le cristalizaron los ojos y cerró sus puños — Perdoname... —

— ¿Por que? —

— Por hacer esto —

La chica tomó de la corbata a el otro y con ella bajo a el rubio, logrando que la peli plata pudiese besar a Minamoto en los labios, no duro mucho ya que lo soltó.

— Adiós, Kou-kun —

Él de orbes celestes vio como la otra se fue, sus ojos se cristalizaron, y se coloco de rodillas en el suelo.

— Tsk, demonios —

Hanako veía todo esto de manera sorprendida y de alguna manera... ¿Triste? No sabía que decir al respecto, no sabía si salir, no sabía que hacer o decir, es más, nisiquiera sabía si irse, no sabía absolutamente nada.

Una carcajada se hizo presente en él lugar.

— Wow, ¿en serio?, ¿acabas de rechazar a Daikon-chan?, no se suponía que... Oh, lo había olvidado, tú amas a Amane, ¿no es así? —

— No me jodas, vete de aquí —

— No, tu no eres quien me da órdenes, además... ¿Que te vio Amane que a mi no?, creo que es tu cuerpo, no lo sé... — este volvió a reír —

τє ρrστєgєrє [нαทαкσυ] (ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora