Primer Golpe (2)

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Berlun Capital Imperial.

En las calles de la capital decenas de personas huyen hacía la misma dirección.

- Fuera de mi camino!. -

- No!!, Detenganse!, N-no me dejen atrás!!. -

- Aparté se!. -

- Papi, ¿A dónde se fue mamá?. -

- Oiga!, Me golpeó imbécil!. -

- ¿Q-qué ocurre?. -

- Corran!! Corran!!. -

Se escuchaban gritos y golpes, gente que al correr empujaban a todo el que les estorbara.

Se escuchó una serie de gritos aterrados, seguidos por alaridos de dolor.

- Maldición!, Maldición!, No se detengan!!, No se detengan!!. -

La estampida humana siguió la calle hasta alcanzar una plaza.

El grupo se dispersó; cada uno de ellos se fue por el primer camino que vió.

- ¿Qué les pasa?. -

- No lo sé, Están... ¿huyendo? -

Un par de rezagados acaban de llegar.

Voltearon a ver hacía atrás con una expresión aterrada.

Y entonces se prendieron en fuego; estaban en llamas, se estaban quemando vivos.

Se retorcían en el suelo y gritaban en la más pura agonía.

- D-dios!. -

- Aaaaah!! Aaaaah!!, Maténme!, Mashenme! Mashenme! P-phos fafor mashame!. - Suplicaba uno de ellos.

La gente de la plaza solo podía ver horrorizada.

- ¿Q-qué está pasando?!. -

Momento en el que sintieron vibrar el suelo.

De aquella calle, entraron pequeñas siluetas humanoides que coincidían con la idea popular de un "demonio", alas y cuernos, grandes colmillos, de piel roja y grisácea, armados con tridentes y lanzas.

Estaban por montones y avanzaban en una formación rectangular.

Y volando sobre ellos había un gran demonio, 3.5 metros de altura, de una complexión gruesa, piel roja con ojos verdes, gruesos cuernos y armado con una gran hacha de guerra.

Se escuchaban gritos y varias personas ya habían empezado a correr.

El gran demonio se rió desde la garganta, sonando como si un cerdo se estuviera riendo.

Así que lanzo el hacha a una estatua en el centro de la plaza, rompiéndola instantáneamente.

Los demonios empezaron a rugir y agitarse, rompieron filas, corriendo hacía todo aquel que se encontrará en la plaza.

- Dios no, Joder no! ¿Qué esta pasando?!. -

- No!, Corre! Yo... Yo los distraeré!. -

- Se acabó... Se acabó... -

- Vámonos vámonos!. -

- N-no!. -

Uno de los demonios pequeños demonios embistió y derribó a uno de ellos.

- Q-qué está?... Argh! -

El monstruo, que llevaba un tridente, lo clavo en su pecho, el hombre dio un pequeño salto, sin embargo murió casi al instante.

Nazarick en Youjo SenkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora