Stiles es un hombre lobo.

lo siento.

Stiles y Lydia estaban tras los autobuses de la escuela, besándose como todo adolescentes con las hormonas alteradas.

— Lydia, nos van a ver. — dijo Stiles entre besos, Lydia lo estaba distrayendo mucho con sus caricias.

— ¿y? eso lo hace más divertido. — susurro contra su cuello, dejando un beso ahí antes de correr dentro del autobús, Stiles la siguió.

eran solamente dos adolescentes enamorados.

empezaron a jugar entre los asientos, soltando risitas que intentaban callar para que nadie los viera, pero muchas veces fallaron en el intento.

Stiles cayó de lleno en un asiento, con Lydia encima de él. — te quiero, ¿sabes? — ella sonrió sinceramente, Stiles había quedado un poco en shock ya que era la primera vez que Lydia le decía eso, su relación había sido un poco difícil en varios aspectos, Lydia había quedado devastada por Jackson, quien ahora estaba en el Reino Unido, maldita lagartija.

— y-yo.. — la emoción empezó a nacer en su cuerpo, tenía ganas de llorar. si, quizás exageraba un poco, pero para él era lo mejor que le habria podido pasar en la vida.

— no tienes que regresarlo Stiles, me.. me hubiera gustado haberlo dicho en algún lugar mas bonito que aquí. — soltó una risa. — pero.. no se, necesitaba decírtelo.

— yo también te quiero. — él la amaba, pero no quería apresurarse a decirlo. Lydia no dijo nada, solamente estampo sus labios con los de Stiles, empezando a hacer lo que tenían planeado hacer.

como cualquier adolescentes en su primera relación, Stiles era un poco.. precoz, podría decirse, rápidamente empezó a excitarse y eso le jugó una mala pasada.

sintió como sus uñas de lobo se enterraban en el cuero de los asientos, como pudo quito a Lydia de encima suyo y se escondió entre unos asientos.

— ¿Stiles? — escucho la voz un poco dudosa de su novia.

no hubo respuesta.

— Stiles, sal de ahí, ¿qué pasa?

no hubo respuesta.

Lydia camino hasta los asientos donde estaba Stiles y se encontró con la imagen de su novio buscando algo en los bolsillos.

— ¿qué haces? — pregunto mientras Stiles seguía buscando algo en los bolsillos, poco después ella vio como saco un condón. — idiota.

— ahora si, ven aquí. — salió de entre los asientos y la beso, apretando un poco su cintura.

uff, eso había estado cerca, ¿no?

pues su suerte no acaba aquí.

muy pronto escucharon los pitidos de un auto, Stiles miro hacia el frente y se encontró con la camioneta de los Argent.

— maldita sea. — dijo en voz alta antes de girarse a Lydia. — yo saldré a arreglarlo, ¿si?

— pero.. solamente vámonos, no quiero ser castigada. — esta se acurruco más contra él, ella no se había dado cuenta que era el padre de su mejor amiga quien estaba esperándolos afuera, o más bien, esperando al lobo. Stiles.

— quédate aquí, yo iré. — Stiles la soltó y salió del autobús, aunque Lydia le decía que ella también iba asumir la culpa si los mandaban a detención. oh pobre Lydia, no tenía ni idea de que lo que iba a pasar ahí no era solo detención.

— Argent. — dijo cuando salió por completo del autobús, cerro la puerta de este tras él.

— Stiles, ¿qué tal todo? ¿teniendo una noche a solas con tu chica?

— si, todo iba saliendo bien hasta que ustedes lo arruinaron, ¿me hacen el favor de intentar cazarme en otro momento, porfavor? pueden ir a cazar a Derek o Scott mientras, tranquilos, yo los espero. — Stiles y su sarcasmo en las situaciones menos indicadas.

— oh, Stiles. — Argent empezó a negar. — ellos son presa fácil, tu eres el difícil. lo más fácil al final, ¿no?

Stiles tenía miedo, no quería pelear frente a Lydia, la iba a perder si se presentaba como realmente era. todo su esfuerzo para hacerla feliz se iba ir a la mierda y esa felicidad que él le estaba dando se va a convertir en miedo, Lydia iba a tener miedo de su propio novio que es un hombre lobo.

— Argent, no hay que pelear. — dijo mirando de reojo a Lydia quien veía todo sin entender desde la ventanilla.

— ¿quien dijo que íbamos a pelear? — por un momento Stiles volvió a respirar bien. — venimos a matarte. — bien, habló demasiado rápido.

estaba acorralado, no podía hacer nada más que huir —lo que costaría mucho contando que Lydia estaba con él— o pelear, cualquier decisión afectaba a Lydia.

sintió el primer disparo en su pierna derecha, haciéndolo caer, escucho el grito de Lydia y el forcejeo que la estaba haciendo a la puerta, intentando salir. pero uno de los trabajadores de los Argent la bloqueaba apuntándole con un arma.

— elige, tú.. o la chica.

muy a su pesar, Stiles tuvo que elegir.. a Lydia.

así que, salió a la luz, sus dos ojos dorados y brillantes se hicieron presentes al igual que sus garras, listo para pelear contra los cazadores.

Argent sonrió victorioso, había logrado su cometido. Stiles miro a Lydia quien tenía lágrimas en los ojos y le veía con terror pero a la vez con rareza. sin poder evitarlo, él también soltó unas lágrimas.

"lo siento" fue lo que Stiles intento decir con su mirada, antes de lanzarse contra Argent.