PROTEGIENDO LO QUE AMO primera temporada

🔪CAPITULO 2🔪

Al día siguiente me levanté y me bañe para ir a la escuela, baje a desayunar y mi hermano estaba ahí.

—Buenos días — me dijo una vez que me vio.

—Buenos días, hermano, ¿Puedo preguntarte algo? — le dije seria.

—sí, ¿Qué pasa? —me hablo de la misma manera.

—Bueno... ¿Tu estabas parado enfrente de mi puerta ayer? — le pregunte nerviosa por lo que respondería.

—No, de seguro lo soñaste— me respondió calmado.

—Tienes razón, ya no importa, me voy a la escuela nos vemos al rato— le dije despidiéndome de él.

—sí, ten cuidado— me respondió.

Salí de casa y me dirigí a la escuela, sentía otra vez que me observaban, así que acelere el paso, una vez que llegue mis amigos ya estaban ahí esperándome.

—Hola Alice— me saludo Alison.

—Hola— le respondí.

—Te debo contar algo— me dijo Rodrigo algo emocionado.

—¿Qué paso? — pregunte curiosa.

—A Rodri se le ocurrió hacer una pijamada en su casa­— me respondió Mauricio.

—oh eso es genial—dije— ¿a qué hora? — pregunté.

—este sábado, a las 8:00pm—me respondió Rodrigo.

—¿Si iras verdad? —me pregunto Alison.

—Claro que si— dije emocionada.

Tocaron el timbre y entramos al salón, pero esa sensación que tenía desde hace rato aun no desaparecía.

4 HORAS DESPUES.

Era hora de receso, salimos para ir a comprar nuestra comida.

—¿Te sientes bien? — me pregunto Alison.

—sí, es que siento que me observan— le respondí preocupada.

—¿Qué podrá ser? — me dijo.

—lo mismo me pregunto, de echo ayer tuve un sueño o no sé si fue real, pero había alguien parado en mi puerta y luego apareció una persona atrás de él, cerré mis ojos y cuando los abrí ya no había nada—le terminé por decir.

—¿Y qué tal si alguien te iba matar?, pudo haber sido Jeff...— la interrumpe.

—No lo creo, el no existe, solo son cuentos— respondí sería.

—Bueno... yo no pensaría así— se encogió de hombros.

—no importa— le respondí— *podrá que tengas razón...*— pensé.

Paso el receso, otras 4 horas y salimos de la escuela, ya mañana era la pijamada, me gusta hacerlas con mis amigos.

Llegué a casa y subí a mi cuarto, me acosté y sentía que mis ojos se cerraban, me dormí, ya que ayer no pude.

Desperté y me levanté, porque alguien estaba ahí sentado a lado mío, vi que era mi hermano.

—Despierta, luego en la noche no te quieres dormir— me dijo tranquilo.

Le avente una almohada y me tape con las cobijas.

—¿No tienes hambre? — me pregunto.

—De hecho, no, tengo sueño— le respondí.

—Te dejo— me dijo levantándose.

—Espera— lo detuve.

El solo volteo para verme.

—Mañana Rodrigo hará una pijamada, ¿Puedo ir? — le pregunte.

—Claro, pero te quiero el domingo a las 10:00am ¿okey? — me miro serio.

—Sí— respondí.

De acuerdo— sonrió y fue a la puerta de mi habitación— buenas noches— me dijo.

—Buenas noches, hermano— le dije.

Él se retiró y al poco rato me volví a dormir.