🔪CAPITULO 9🔪

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Llegamos al lugar y al entrar, había muchas cosas bonitas y empecé a ver que quería, mi hermano se fue a la sala de ropa de hombres, seguí buscando cosas pero sentí una mirada en mí, voltee a los lados pero no había nadie viéndome, solo seguí buscando ropa, cuando termine de buscar ropa, entre al vestidor y para mi fortuna todo me quedo, cuando salí ya estaba afuera mi hermano con bolsas.

—Creo que es cierto, las mujeres si se tardan— dijo con un tono burlón.

—Cállate, vámonos—le dije riendo un poco.

Justo antes de ir volví a sentir la misma mirada y me detuve.

—¿Que sucede? — me preguntó.

—Algo nos observa— le respondí.

Al poco tiempo mi hermano también lo sintió.

—Si, ya me di cuenta, pero no logró ver quien es— me dijo serio.

—Cuídate la espalda— le conteste.

Salimos y seguía esa mirada, más en mí, a lo cual iba sacando una navaja.

Cuando cruzamos, la mirada que sentíamos desapareció, y justo cuando dimos un paso más alguien se puso en nuestro camino.

—Por fin te tengo— dijo aquel tipo.

Antes de que mi hermano hiciera un movimiento, el tipo disparó, atravesándolo la bala en el estómago haciendo que mi hermano callera al suelo.

—¡Cris! oye por favor quédate conmigo— le grite asustada.

En eso siento que me jalan del pelo.

—¡Mi hijo murió por tu culpa y ahora yo vengare su muerte! — me grito.

Me estaba apuntando con la pistola, pero reaccioné y le enterré la navaja en la pierna, el por impulso me soltó.

—¡Hija de Perra! — dijo enojado.

Patee su mano, haciendo que callera la pistola, la agarré apuntándolo con ella, pero antes de que quisiera tirar del gatillo, llegó la policía solté el arma y ellos agarraron al tipo y una ambulancia llegó.

—Qué bueno que llegan­— dije algo aliviada.

Ellos se me acercaron y me quisieron poner unas esposas.

—Oigan ¿Qué hacen? — pregunte preocupada.

—Quieta— dijo el oficial.

—No, quiétenme las manos de encima— les dije a los oficiales.

Vi que la ambulancia se llevaba a mi hermano, en un movimiento veloz, alce la pistola, disparándole al oficial, todos estaban sorprendidos por lo sucedido.

—*que he hecho... en que me estoy convirtiendo *— pensé.

—Baja el arma— me apunto con una pistola aquel oficial.

—No se me acerquen— dije entrando en pánico con la pistola aun en mano.

—*soy un monstruo*— me dije a mi misma

PROTEGIENDO LO QUE AMO primera temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora