Solo lo quiere a el.

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-¿MinHo?... Que haces aquí.


Y como siempre, esa hermosa sonrisa acompañada de ojos fulgurantes-¡Estudio aquí! Es obvio ¿no? -Muestra su mochila en el hombro de manera muy natural.


-Tu no estudias aquí.


-Claro que si y mi horario lo dice -Abre una careta que lleva en la mano y lo muestra de manera apresurada, que no le da tiempo a TaeMIn  de ver con claridad.


-Pero tu estudias en Seúl..



-Ya no más, pero bueno me dio mucho gusto verte, voy tarde a mi clase-Le toma el rostro y le da un beso en la frente - ¡Nos vemos más tarde! Te busco-Le guiña un ojo y sale de prisa. TaeMIn no procesa lo que acaba de pasar, pero igual debe ir a su cita en la oficina de atención a becas.



Le han informado que por la cantidad de materias que lleva no pueden darle la beca de ese valor, ha alegado que es por la cantidad de trabajo que tiene que sus horarios son limitados , la asesora le ha prometido que harán un estudio socioeconómico para darle un mayo porcentaje  si aumenta las materias matriculadas para poder otorgarle el  apoyo, eso le permitiría trabajar menos, después de todo es una buena noticia.



Sale con una sonrisa en la cara, va a llegar tarde al trabajo y le reñirán, pero si todo sale bien, tal vez pueda dejarlo. Sale a la calle, camina con prisa hacía la parada del autobús. Camina como un niño pequeño, como marchando, el día es un poco frío pero el prefiere sentir la ligera tibieza del sol, ya saben eso de ver medio lleno o medio vacío el vaso, el prefiere ser positivo, de repente se siente energizado, se siente contento, no es por ver a MinHo, definitivamente no, aunque en el fondo se pregunta si realmente será verdad lo que ha dicho, lleva una mochila ¿No? Así que tal vez si sea una posibilidad que el haya ido a esa universidad por su prestigio. Luego piensa que no puede ser tan infantil, la Universidad de Seúl es mucho mejor que la de Ulsan .



















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Han pasado varios días y no ha podido saber nada de MinHo, no ha publicado nada en Instagram, no le ha mandado mensajes ni mucho menos TaeMin lo ha hecho, muere de curiosidad pero no se atreve a investigar, se ha arreglado lo de su beca y  esta semana será la última en el supermercado, ha aumentado la cantidad de clases y aunque no tiene mucho tiempo para pensar,  no puede dejar de ver por todas partes detalles que le hacen recordarlo,  el  compañero con cabello rubio que se sienta frente a su asiento en clases, una mochila con cierre como la que traía ese día, incluso  detalles tan simples como ver a alguien comerse una pera. JongIn le ha dicho que está de mas mal humor que de costumbre, que es indudable que necesita que le den un buen revolcón. Ha tomado su libro y dado la espalda para no tener que hablar, pero no puede evitar sentirse molesto, pareciera que ha sido  estafado, MinHo le ha dicho que estudia en su universidad por el  y no se ha dignado a buscarlo.














Como de costumbre el viernes sale del local de comida en el centro comercial, debe dirigirse al bar, se siente agotado , emocional y físicamente, le ha entristecido ver a una pareja de chicos sentados en una mesa mas apartada de la entrada, los ha observado como uno de ellos intenta tomarle la mano al otro, es sutil,  nadie lo notaria, pero como ha dicho JongIn , ha desarrollado un gaydar, puede ver su mirada  ilusionada, cuando todo inicia, el coqueteo sutil las sonrisas apenadas, el sonrojo. Suspira y se lamenta un poco sentirse tan solo.


Termina su turno y se arregla un poco la ropa para llegar directamente al bar, al cruzar la puerta de local, en la banca de enfrente , sentado y un muy  relajado MinHo tiene un tobillo sobre su rodilla, de manera muy masculina, los brazos extendidos en el respaldar de la banca, con una confianza  y seguridad como si dijera soy el dueño de este asiento y debes pedir permiso para sentarte- ¡Hola chico lindo! ¿Puedo invitarte a cenar?


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