DÍA 27

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Era de media noche, a la distancia se asomaba tu recuerdo, muy tentador por cierto y demasiado amenazador, quería verme sufrir de nuevo, y aquí me tenía, encerrado en mi cuarto como es de costumbre en todas las noches, me encontraba desvanecido en mi cama, a oscuras en una habitación poco iluminada como si estuviese esperando dar la bienvenida a la depresión, el cual no era de sorprender, ya que se me había hecho costumbre llorar hasta tarde, mi almohada ya estaba harta de oír mis quejas y recibir mis lágrimas. En ese instante me invadió tu recuerdo, en mi mente se apareció tu sonrisa, parecía demasiado real a pesar de que solo era un recuerdo, ahí estabas, era 28 de noviembre por la noche, no recuerdo exactamente el año, parecíamos tan felices ambos nos distraíamos viendo a lo lejos el parpadear las estrellas, tratando de contar cuantas estrellas había en el cielo.

Sin darme cuenta me quede dormido, como siempre, eso sucedía cada vez que ya me quedaba sin lágrimas, por la mañana tenía los ojos rojos.

Un amanecer nuevo, se me había olvidado que el verano había acabado y las clases ya comenzaban, para ser mi primer día ya iba tarde, cosa que jama me había sucedido, ahora siento menos emoción por regresar a clases.

Recuerdo muy bien las palabras del docente al final del semestre que impartía la clase de ciencias sociales, se mostraba un poco angustiado porque su jubilación había llegado, sus días de docencia habían llegado a su fin, preparaba un discurso el cual parecía un tanto ensayado dirigido a su alumnos: Estudien por ahora, procuren echarle muchas ganas a la carrera, traten de tomar las mejores decisiones, porque al final del camino lo que importara son las decisiones del pasado, disfruta estar con tus amigos y familia, es difícil, pero siempre hay un pequeño espacio de tiempo para tomar una taza de café por las mañanas, una copa de vino, un paseo por el malecón, disfrutar de una puesta de sol, ver un amanecer, los colores de primavera, el sol de verano, las hojas de otoño y el invierno de diciembre. Disfruten de una buena compañía, lleven a cabo todos sus pendientes, no dejen nada para mañana, recuerden que nada nos asegura despertar y ver otro lindo amanecer, que la vida se nos va en segundos. Gracias a quien me escucha y a quien pone en práctica mis consejos, lo que hago lo hago con mucho amor para ustedes, gracias a ustedes que han sido mi inspiración y llegar a ser lo que hoy soy, y agradezco a la vida por darme la habilidad de transmitir mis conocimientos y guiarlos paso a paso para que estén un paso más cerca de sus objetivos. Al final esto no lo es todo, solo es una parte de nosotros, pero créanme, lo mejor que pueden hacer es ayudar a otras personas a seguir adelante, a tomarlos de la mano y ayudarlos, hacerlo por amor a la humanidad, porque no hay mejor sensación que causarle la felicidad a un tercero por haberle acercado un poco más a realizar sus sueños.

NOCHES DE INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora