DÍA 2233

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El caminaba sin rumbo se encontraba solo y angustiado, las olas del mar lo sabían, las mareas estaban cada vez más inquietas, veía el cielo estrellado, era luna llena, la última del año, antes de que diciembre acabase, y se encontraba en su punto más alto y completo resplandor, brillaba como nunca antes visto, muchos historiadores y creencias antiguas hacían mención de que la figura de la luna era un conejo, pero en lo que a mí me concierne, más bien parece una tortilla hecha de maíz amarillo. Que absurdo encontrarles forma a las cosas que no lo tienen, como aquella nube en forma de pescado. ¿Lo recuerdas? He de suponer que si, como olvidar aquel maravilloso día. Aquellas estrellas fugaces de aquella noche estrellada, solo espero que se cumplan nuestros deseos, lo deseo de todo corazón.

Y de repente te das cuenta que has vivido todo lo que querías vivir, te encuentras tranquilo, todo lo que habrías querido conseguir ahora ya lo tienes, emprendiste tu vuelo por primera vez, te permitiste realizar la aventura que tanto anhelabas, hoy has vencido uno de tus grandes miedos, has conocido parte del mundo, conociste personas maravillosas que te ayudaron a levantar tu vuelo y recorrer nuevos horizontes, reíste, lloraste, admiraste otros sitios, descubriste que aun te queda mucho por recorrer, con cada caída aprendiste a ser fuerte cada vez más fuerte, cada obstáculo se convirtió en un resto más por vencer, un desafío más por lograr. No fue fácil recorrer el camino y más cuando los primeros pasos lo di solo con el deseo de una buena compañía.

Ahora qué más puedo pedir si lo tengo todo, un cálido hogar, comida y cariño de mis amistades y familiares, no sé qué más podría pedir. El cariño ya no me hace falta, solo el tuyo, pero ello ya no debo mendigar amor cuando otros me lo ofrecen sin pedir nada a cambio, y eso, es apreciable en todos los sentido.

NOCHES DE INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora