Me dirijo a Wyoming ahí queda mi nuevo trabajo, queda una hora de recorrido por la autopista a colorado, ¡Es muy bonito! Es un enorme hospital psiquiátrico al mismo tiempo es aterrador y bonito tiene un toque neutro pero me gusta de cierto modo, me bajo del carro, siento otra vez esa extraña sensación que alguien me observa, entró al enorme hospital psiquiátrico.—En que puedo ayudarle señorita — Dijo una hermosa enfermera de ojos grises con piel pálida.
—Si me llamo Lía Lewis vengó por el puesto de psicóloga, me llamaron para que me presentara hoy para el puesto — Dije componiendo me un poco el cabello, que se me había alborotado por el aire.
—Entré ahorita señorita Lewis le estará atendiendo el doctor Morgan — Ella salió de inmediato sin decir más.
Me parece pareció extraño pero no le tomé importancia, al ver que tenía un cuadró en un estante me llamó tanto la atención no debía ver pero la curiosidad me mataba, me asomé y lo vi era alto con una mirada penetrante que hacia que te intimidará con esos ojos obscuros cómo la obscuridad, trataba de ver más allá de su mirada pero era difícil saber que era lo que escondida esa mirada tan llena de misterio, en eso siento otra vez esa mirada que me fulmina.
—No debería de estar viendo eso señorita Lewis — Me mira con una cierta risa que ni yo puedo explicar, está recostado en la puerta.
—Perdón no era de mi incumbencia — Me siento y me arregló un mechón que se me sale.
—Bien señorita Lewis le explicó a partir de mañana empieza su labor cómo psicóloga del hospital psiquiátrico de wyoming, ¡Bienvenido!, aremos un recorrido de todas las áreas, ¿Le parece bien? — Se paro en la entrada de la puerta señalando para que pasará primero.
—Gracias — dije con un cierto nerviosismo no sabía porque el me daba un escalofrío que pasaba por todo mi cuello y espalda.
—Como ve, esté es el primer piso sólo está recepción, salada de espera, las oficinas de los doctores y los baños.
—Es muy grande, ¿Dónde estaré ubicada?
—Estaba esperando que preguntará eso señorita Lewis, estará a la par mía — Justamente dónde la quería la podré observar y tener a mi disposición.
—Si es muy grande no me cabe la mayor duda que es aterrador, todo es blanco ¡increíble! —No me sorprendió cuándo me dijo que estaría a la par de el, no literal pero si algo incomoda.
—Bueno señorita Lewis vamos al segundo piso, ahí están todos los pacientes con tipos de trastorno —
—¡wow! y es seguro?— es un enorme pasillo pareciera que no tuviera un sin fin, es todo blanco.
—Señirita Lewis todo aquí está controlado y supervisado por seguridad — A menos que yo lo impida.
—Me parece perfecto doctor Morgan— Me pareció ser que sonrió de una forma descabellada cómo que si algo no estuviera bien en eso.
—Bien ahora al último piso al tercero, ahí están las habitaciones de las enfermeras y de los doctores, por si lo pregunta los doctores se quedan una vez por semana para ver a los pacientes cómo están, que tanto avanzan en su enfermedad o a veces están cansados y se quedan así que por eso están las habitaciones señorita Lewis —
—Me parece bien, no tengo ningún problema con eso lo más importante es que estén bien los pacientes, esa es mi mayor prioridad —Dije tan segura y pues claro que me siento segura pero algo me dice que esto no va a estar bien.