Es una Revolución

61 4 0
                                    

En el Gard, Alicante. Los guardias de la entrada vieron como Aline traía a Helen con grilletes en las manos y piernas hacia ellos.

-¡CAMINA MALDITA!- Dijo Aline mientras jalaba las cadenas de Helen. Ambas tenían moretones en el rostro.

-¡Ouch!-

-Vengo a entregar esta traidora. Me impidió acabar con unos Seelies en NY y trató de matarme.-

-Nos encargaremos.- Dijeron los guardias

-¡No! La Cónsul quiere vernos en su oficina antes de ejecutarla.-

-La Cónsul está gestionando los detalles finales para asegurar la abolición permanente de los derechos de los Seelies. No atenderá a nadie.-

-Ella misma lo ordenó.- Dijo Aline viendo que los guardias estaban des-confiando.

-Tendremos que confirmarlo con la Cónsul.-

-Como quieras. Nos quedaremos afuera, mientras tu le explicas a mi madre porque la traidora que trató de asesinar a su hija llegó tarde a su ejecución.- 

Ese último comentario causó pánico en los guardias hasta que uno dijo:-Sólo entren de una vez.- Sonando nervioso. Helen y Aline se adentraron a lo más profundo del Gard.

-No puedo creer que funcionara.- Dijo Aline. 

-Pero ahora viene la parte difícil. Sígueme. Las celdas están por aquí.- 

Helen la llevó hasta la sección del Gard, donde tenían a los vampiros.-Estas son celdas con luz ultravioleta.- Dijo Aline

-Las modificaron para que generen calor. Ahora funcionan como pequeños bunkers mortales.-

-Pero están vacíos.- Dijo Aline acercándose.

-NO LO TOQUES.- Dijo Helen  mientras la detenía. -Las celdas tienen que enfriarse durante un par de horas. Luego, limpian los restos y están listas para volver a ser utilizadas. Debemos ir al cuarto de calderas en la parte baja y activar el mecanismo de auto-destrucción.-

-¿Y los Seelies?-

-Sus celdas comunes se encuentran al final de ese pasillo.- 

-Ve hacia allá. Espero que encuentres a tu madre. Yo destruiré las calderas.-

-Gracias por tu ayuda, Aline. Si alguna vez dudé de ti...-

-No hables así. Ninguna de las dos va a morir aquí.- Dijo Aline y la besó. -Te amo y te prometo que nuestro amor vivirá un día más.-

-Y muchos días más después de este.-  Las 2 se despidieron mientras se alejaban.

Aline llegó con demasiada facilidad al cuarto de calderas. No había nadie en el camino que la detuviera hasta que abrió la puerta del cuarto de control.

-¿Como supiste?- Preguntó Aline mientras veía que su madre y dos guardias de la Cónsul estaban esperándola.

-El Gard tiene un nuevo sistema de seguridad. Cada vez que alguien entra, se verifica su identidad y nivel de autorización. Quise creer que estabas haciendo lo correcto pero veo que me equivoqué.-

-No busques excusas, mamá. Si estás aquí, es porque no confías en mi. No confiabas en mí desde que te dije que estaba con Helen. Al igual que odiabas a los Seelies a muerte desde antes que Amara ayudara a Jonathan.-

-Los Seelies son la vergüenza más grande de la casa de Raziel. Engendros con sangre de ángeles y de demonios, esos híbridos son una perturbación en el orden natural.-

Cazadores De Sombras: Los instrumentos Mortales - Cuarta TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora