"Quisiera poder quedarme aqui pero creelo, es lo mejor para ambos. Lo único que te pido es que nunca me olvides ¿si?"
"Te amo Shika, por favor, quedemonos juntos"
-𝑺𝒉𝒊𝒌𝒂𝒎𝒂𝒓𝒖 𝑵𝒂𝒓𝒂 𝒙 𝒐𝒄
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Llegamos a una cafetería que quedaba cerca del lugar, aunque mi mente se encontraba muy lejos de allí, en el rincón más profundo de mi cabeza intentando analizar la situación y tomar la decisión correcta pues algo me decía que aquello era demasiado bueno para ser verdad ¿porque una chica que apenas me conoce me daría un beca? ¿Sería hipócrita de mi parte aceptarla luego de haberme quejado de los beneficiados por tener conexiones con gente de poder? No quería sonar como un cretino pero tampoco iría contra mis principios, era confuso y molesto para mi.
— ¿porque quieres darme una beca? — fue imposible no preguntar aquello y para mi desgracia había sonado más duro de lo que hubiera querido, la de ojos verdes me miró con confusión y pena como si hubiera descubierto algo.
— quiero ayudarte — contestó sin dejar de mirar la malteada de vainilla que había pedido — s.. sé que puede ser extraño para ti porque apenas nos conocemos pero mi padre me dio la oportunidad y yo realmente creo que puedes lograr grandes cosas.
Ante aquello mi corazón se sintió oprimido, no era el tipo de persona que recibía comentarios motivadores ya que siempre me considere alguien perezoso y sin muchas ganas de hacer más y por lo mismo mis amigos estaban acostumbrados a mis quejas constantes sobre la vida y mis deberes, quizás fue por la pequeña sonrisa tímida que adornaba su rostro pero Monic lucia convencida y segura de sus palabras.
— lo pensaré.
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— buenas noches ¿desea pedir algo? — si había una cosa que detestaba más que a mi padre eran las clientas coquetas que venían con sus novios, no es que la paga me resultara un problema pero si eres fastidioso la cantidad de veces que soy amenazada con recibir una paliza si seguía 'coqueteando' con ellas.
La rubia cuyos ojos verdes me miraban con claras intenciones de querer tirarse encima mio mostró una sonrisa, a su lado había un chico que me miraba con expresión molesta, suspire a mis adentros al pensar en lo larga que sería la noche. Para mi suerte fui llamado por otro cliente para llenar su botella y como ninguno de los dos decía nada me aleje del par atendiendo a otras personas.
Incluso de espaldas sentía la mirada de la mujer clavada en mi y yo comenzaba a cansarme del acoso del que estaba siendo víctima por lo que comence a considerar cambiarle el lugar a Kiba como mesero ya que estas cosas nos solian pasar con frecuencia y habiamos adquirida esa estrategia para cuidarnos entre si. Justo cuando habia decidido quitarme el delantal negro que me diferenciaba de los meseros aquella rubia volvio a llamarme y yo me queje en mis pensamientos.
— ¿necesita algo señorita? — pregunte con cortersia a lo que ella volvio a sonreir.
— ¿vas a salir de turno? — me rei por dentro, eso era casi como un sueño para mi.
