Código Expósito

Capítulo III : Corazón En Combustión

No se como tomármelo... Tantos entrenamientos psicológicos para que ahora sienta como se derrite mi corazón como una vela y no sepa controlar mi rabia ¿Tanto esfuerzo y lucha contra mi misma para llegar a esto? No, jamás me rendiré. Pero las ganas de llorar nadie me las quita, la rabia me esta consumiendo. Tengo un conflicto en mi ser que creó que me romperé en cualquier momento. Todo son decepciones:

Unos padres que no me quieren, es más me odian.

Unos abuelos que nunca conoceré porque están muertos.

Una suegra que me odia y critica sin razón.

Un novio que parece de todo menos eso, que no puede controlarse y siempre acaba bebiendo. A pesar de mi ayuda con sus deudas sigue y me sigue haciendo más daño. Esto tiene que cambiar...

Todo lo que sucede a mi alrededor parece ser culpa mía y que nunca podré levantar la cabeza. Me derrumbó en el suelo, mientras pienso cuanto tendré que soportar esta situación de impotencia donde doy un paso al frente y me hacen retroceder dos. Siempre hemos tenido problemas pero fue mi salvavidas en ese momento donde no podía soportar el rechazo de mis padres. ¿Estoy condenada a ser rechazada por todos? No lo sé, lo que si se es que estoy empezando a vivir mi vida a ser menos independiente de los demás, pero joder suele y mucho. Duele que esa persona que fue todo para mí poco a poco ese sentimiento se este marchitándose, duele que apesar de todo lo que hemos pasado juntos sigue dudando de mí y haciéndome sufrir. ¿Porqué es todo o nada? ¿Porqué es negro o blanco? ¿No puede ser gris? Ahora mismo siento un amor-odio hacia él que no me deja pensar con claridad. ¿Qué demonios hago ahora con esto que siento? Siempre estropea todo lo que me hace sentir orgullosa y no puedo con ello. Meses atrás descubrí que me fue infiel por una amiga y lo perdone. Lo perdone porque sabía que esto no podía acabar así pero ahora lo estoy dudando... Empiezo a llorar como una descosida dejando correr por mis lágrimas todo el estrés de estos meses. ¿Porqué soy tan blanda con él?

Pasan unas horas, se me escapan las lágrimas otra vez y siento como se me encoje el corazón. Tocan la puerta de mi piso y me seco las lágrimas que corren por mi rostro. Abro la puerta y hay un hombre que no conozco de nada.

-¿Quién es? ¿Quiere algo?

-Soy el oficial Dimitri García, su compañero del caso. Espero que le hayan avisado.

-Alyson Expósito encantada y no, no me han avisado soy nueva.

Estrechamos las manos, uñas perfectas, limpias y cuadradas; dedos anchos; venas sobresalientes; mano ancha y cuadrada. Si no fuera un policía pensaría que es un modelo de manos o... De cuerpo entero puff.
Ojos azul cobalto intimidatorios; nariz respingona pero recta; labios carnosos y rosados; mandíbula cuadrada y tensa con pelilla de unos días; cabello castaño, desordenado y lacio.
Cuerpo trabajado, más o menos una altura de un metro noventa y no puedo decir más porque no veo nada más por la ropa. Bueno sí, un tatuaje en el cuello. ¿Un trival?

Sus ojos tienen algo tan siniestro y oscuro que me quedo abstraida.

-¿Señorita Expósito?

-Eh ¿Qué?

-¿Se encuentra bien?

-Sí, perfectamente.

-No me mienta sus ojos me demuestran lo contrario.

Se apoya en el marcó de la puerta con actitud despectiva y sin quitarme la vista de encima.

—Señor eso no es de su interés señor —miro hacia otro lado evitando su mirada que parece  atravesar me el cuerpo por su intensidad—. Bueno cambiando de tema dígame, ¿que hace aquí?